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Facebook y Google controlan más de la mitad (57.6 por ciento) del mercado publicitario digital a nivel mundial.
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La llamada Tasa Google es un proyecto de reforma de la conocida Ley de Propiedad Intelectual que obliga a pagar a los prestadores de servicios y agregadores de noticias por enlazar y mostrar contenido de medios de comunicación.
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La Tasa Google tendrá un costo para el usuario cercano a los 30 euros anuales
Para nadie es un secreto que Google es una de las empresa más importantes en el mundo de la publicidad digital. De acuerdo con un reporte entregado por Visual Capitalist, Facebook y Google controlan más de la mitad (57.6 por ciento) del mercado publicitario digital a nivel mundial. Esto supone de que cada dólar que los anunciantes destinan al terreno digital, 60 centavos se quedan en las canasta de dicho duopolio.
Aunque la empresa de Mark Zuckeberg ha demostrado su dominio en el terreno, lo cierto es que el “Gran Buscador” cuenta con diversos activos capitalizables en términos publicitarios, mismos que además de superar la oferta de Facebook en cantidad, también lo hacen en términos de innovación y vanguardia. Sus desarrollos de voz son ejemplo claro.
Lo que esto supone en términos de competencia no ha sido ajeno para nadie y con el fin de limitar el crecimiento de este gigante en prejuicio de otros jugadores relacionados con la entrega de información o prestación de soluciones publicitarias surgió lo que se conoce como Tasa Google.
¿Qué es la Tasa Google?
De acuerdo con lo publicado por IEBS, la llamada Tasa Google -impuesta durante 2015- “no es más que un canon, un proyecto de reforma de la conocida Ley de Propiedad Intelectual que obliga a pagar a los prestadores de servicios y agregadores de noticias por enlazar y mostrar contenido de medios de comunicación. Se llama Canon AEDE porque la Asociación de Editores de Diarios Españoles es la encargada de repartir el montante de la sanción a estos agregadores”.
En años recientes, a este concepto se sumó uno más relacionado con las prestaciones digitales que ofrece la empresa de la gran G. Con esta variante, la también llamada “tasa digital”, es un impuesto planteado por la Comisión Europea para gravar ciertos ingresos de las multinacionales de la economía digital, como Google y Facebook. En España el gobierno presentó su adopción de dicho impuesto en un anteproyecto de ley en octubre de 2018 bajo el nombre de Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, y está destinado a empresas que alcanzan una cifra de negocios superior a los 750 millones de euros a nivel mundial y por encima de tres millones de euros en España.
¿Por qué debe interesarle a tu marca?
Justo dentro de esta última definición, se encuentra la polémica que ahora ocupa a muchas marcas dentro del mercado español, ya que dicho impuesto que grava los servicios digitales de intermediación, publicidad y venta de datos con el 3 por ciento del valor de cada propuesta supone un arma de doble filo que, en principio, podría tener impactos de gran calibre para el negocio de las empresas y, en un segundo momento, para los usuarios.
Cuando menos así lo indican los resultados del estudio “Impacto de un impuesto sobre los servicios digitales en la economía española”, elaborado por la consultora PwC para Ametic y Adigital, los cuales refieren que dicho gravamen tendrá un costo para el usuario cercano a los 30 euros anuales como consecuencia del traslado del impuesto al precio de los productos y servicios que se entregan al consumidor.
Para dejarlo claro, esto será la conciencia del descenso en la recaudación del IVA y en la facturación de las empresas, derivado de la implementación de la Tasa Google.
Para ser precisos, el reporte indica que los beneficios de las compañías se verá afectados en una suma que oscila entre los 450 y 562 millones de euros, mientras que el PIB también tendrá afectaciones en 662 millones.
¿Una tendencia que corre?
Si bien este problema, por el momento, se concentra en mercados europeos -principalmente en el español- lo cierto es que en otras regiones como Latinoamérica la conciencia sobre el poderío de estas empresas comienza a sonar al interior de diversas industrias, por lo que no sería extraño que en unos años -no tan lejanos- surja la exigencia de gravar los servicios para mejorar la competitividad del sector.
Recordemos que, en un principio, este canon surgió en España para combatir a Google News y su servicio de noticias, el cual fue cerrado. No obstante ahora el gravamen se mantiene y las empresas así como el consumidor parecen ser los más afectados.