La inversión en publicidad y mercadotecnia para este 2017 a nivel global será de 594 mil millones de dólares, de acuerdo con estimaciones de Zenith.
Ambas industrias están lideradas por profesionales que deben prepararse tanto en la práctica como en la teoría, de ahí que sea tan relevante reafirmar las bases teóricas de la mercadotecnia.
Una de las Leyes del marketing es la de enfoque, el principio más poderoso, que consiste en colocar una palabra en la mente de los clientes.
Es decir, encontrar la manera de apropiarse de una palabra en la mente del consumidor, que cuando el cliente piense en esa palabra la relacione automáticamente con la marca.
No una complicada ni inventada, simple y de uso cotidiano. Aunque suena sencillo, en realidad pocas compañías lo consiguen, pero vale la pena intentarlo.
Sobre todo, cuando se trata de una marca el líder, que es la que generalmente se adueña de la palabra, y la que defina la categoría.
Por ejemplo, café y Starbucks, refresco y Coca-Cola, entre otras. Entonces la marca deberá enfocarse en una palabra que la defina, coloque y por tanto, le brinde un espacio en la mente del consumidor.
El poder de las palabras
Los expertos, como Andrew Newberg y Mark Robert Waldman, autores del libro “Words can change your Brain”, concluyen que son tan poderosas para la mente humana que pueden determinar una compra.
Así, en esta ley interviene de lleno el neuromarketing, una de las estrategias de mercadotecnia esenciales para los profesionales, luego de conocer que el 95 por ciento de las decisiones del consumidor no son racionales, es decir no tienen una explicación aparente.
En este sentido, algunos estudios señalan que en el proceso de compra las palabras “pagar” o “gastar”, en su lugar promueve términos como “llevar a casa” o “meter al carrito”, esto ayudará al consumidor a adquirir el producto o servicio sin culpa.