Este Sábado Scott Gottlieb exjefe de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos por sus siglas en inglés) advirtió sobre la fatiga de los habitantes a detener la propagación del COVID-19. Los estadounidenses que se han enfermado o cansados de vivir de manera más tranquila y cuidadosas para detener la propagación del virus amenazan con provocar un aumento peligroso en los caso. Esta historia se repite en toda Europa, el reapertura de puntos de consumo y escuelas ha normalizado la vida de los europeos y en consecuencia aumentado los casos de contagio.

En un gráfico reciente de la Organización Mundial de la Salud se muestra la gravedad de contagios en la zona de América. En esta zona la organización reporta más de 14 millones de casos con más de 22 mil muertes en los últimos siete días pero con una tasa de disminución del 4 por ciento. Europa en contraste suma 3 mil muertes en el mismo periodo de tiempo con una tasa de crecimiento del 9 por ciento.

La India reporta un número muy elevado de casos nuevos, llegando a casi 600 mil casos nuevos en los últimos siete días, con un promedio de aproximadamente 81,582 casos por día, la mayor cantidad de nuevos casos en la última semana. En Myanmar, los casos han mostrado un marcado aumento de casi el 87 por ciento en los últimos siete días.

Los consumidores comienzan a mostrar señales de fatiga, las restricciones de movilidad y laborales han desatado movilizaciones sociales en Alemania, Estados Unidos. Según Gottlieb “Al considerar hacia dónde se dirige EEUU en el Día del Trabajo, en relación hacia dónde se dirigía el Día de los Caídos, tenemos una cantidad equivalente, si no más, de infección” además “nos dirigimos a una temporada más difícil. Nos dirigimos hacia el otoño y el invierno, cuando esperaríamos que un patógeno respiratorio como un coronavirus comenzara a propagarse de manera más agresiva de lo que lo haría en el verano.” Agregó Gottlieb en entrevista con Face the Nation.

Las autoridades sanitarias en muchas partes del mundo coinciden en que relajar las medidas de prevención traerá un aumento de contagios. En este sentido parecería que la salida universal es el uso de máscaras, gel satirizantes y toma de temperatura. No obstante el consumidor comienza a sentir fatiga de estas medidas. La llamada Fatiga COVID-19 es un efecto real del comportamiento humano, uno que tendrá consecuencias en las zonas de alto contagio y que podría modificar las restricciones sociales en la medida en que no haya una vacuna o tratamiento probado. En Europa por ejemplo, según cifras de la OMS, los contagios han subido a niveles similares a los de principios de año; no obstante la tasa de mortalidad ha bajado significativamente.