Se estima que la población mundial actualmente es de 7,350 millones de personas, y se calcula que para 2030 será de 8,000 millones, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). A este paso, el ritmo de consumo y el modelo económico lineal —tomar recursos naturales, procesarlos, fabricar productos y generar desperdicios— puede terminar en un colapso.
La economía circular pretende ser una solución a esta problemática, ya que se apoya en el fundamento de lograr que los productos y recursos mantengan su utilidad, para una transformación más profunda y duradera que permita disminuir el impacto causado por las actividades humanas sobre el medio ambiente.
De esta manera, las marcas se suman con proyectos e iniciativas de sustentabilidad ambiental con el propósito de crear productos amigables con el medio ambiente, disminuir el uso de los recursos, limitar el consumo de energía, entre otras acciones que llevan a cabo.
Una de las compañías que han incorporado este modelo de negocio es Redisa, que se encarga de reciclar las llantas depositadas en vertederos de basura en Sudáfrica, causantes de incendios y problemas de salud. También Miniwiz, firma de ingeniería, manufactura y diseño que con componentes de la basura -como plástico y desechos electrónicos- crea materiales de construcción, que han terminado por formar parte fundamental del interior de las tiendas de lujo de Nike.
Coca-Cola trabaja bajo esta filosofía de economía circular, al asegurarse de que cada uno de sus empaques sea 100% reciclable. La Industria Mexicana de Coca-Cola procesa el 50% del PET que se recicla en el país y contribuye a que los mexicanos sean los mayores recicladores de PET grado alimenticia a nivel mundial. Por otra parte busca aminorar la huella ambiental de la compañía, al reducir las emisiones de carbono. Más de un millón de los refrigeradores que utiliza operan con tecnologías ambientalmente amigables. Una de ellas emplea CO2 como refrigerante natural, lo que permite reducir en un 99% las emisiones directas de gases de efecto invernadero.
En México, una encuesta realizada en 2014 por la firma GfK, señala que el 64 por ciento de los consumidores entre 20 y 49 años de edad se sentían culpables por no hacer algo benéfico por el medio ambiente, mientras que el 78 por ciento estaba totalmente de acuerdo con que las marcas sean responsables en la materia. Ambas cifras han subido desde entonces.
Llevar a cabo pequeñas y grandes acciones dentro de tu empresa, no sólo beneficiará al medio ambiente, sino que le dará a tu marca un valor agregado que los consumidores tomarán en cuenta al momento de comprar.
De acuerdo con Double the Donation, el 55% de las personas están dispuestas a pagar más por un producto que sea amigable con el medio ambiente, por lo que resaltar las acciones que la empresa realiza para ayudar al planeta y a la sociedad, genera mayor identidad, orgullo, fidelidad y confianza.