Desde sus inicios y por muchas décadas, grandes empresas como Facebook, Google o Apple se convirtieron en los espacios de trabajo soñados por miles de egresados y profesionales a lo largo del mundo.
Ya fuera por la reputación de estas empresas, los beneficios que se conocen de las mismas o el interés por conocer desde adentro como se mueven las grandes firmas que prometen con dominar al mundo, el interés por ser parte de la plantilla laboral de estas compañías fue recurrente cuando menos, hasta hace poco y entre las generaciones medias.
En donde todos quieren trabajar
PAra muestra basta un botón. Durante octubre pasado, un reporte entregado por la firma Universum Global indicaba que, luego de estudiar a 40 mil 921 estudiantes en diferentes partes del país, la mayoría de los jóvenes mexicanos afirmaba que su sueño era trabajar, por número de menciones, en Google, Microsoft, Disney y Pemex.
Aunque las tecnológicas ocupan un lugar privilegiado, lo cierto es que esta posición comienza a parecer desgastada. De hecho, si se revisan los hallazgos de la misma fuente dos años antes el descenso es evidente.
Para 2017, el estudio de Universum Global indicaba que entre las empresas más buscadas por los jóvenes mexicanos se encontraban Google, Microsoft, Apple, BMW Group y IBM. Cuatro de 5 pertenecían al sector tecnológico, en donde tres de las cuales se ubican entre las reconocidas “empresas de nueva generación”.
La generación Z no está convencida
Lo que estos listados evidencian para el mercado mexicano, se replica de manera interesante y con mayor puntualidad en otros mercados, en donde al hacer el corte para los grupos de edad más jóvenes (en particular para la generación Z) los hallazgos son especialmente interesantes.
Desde The New York Times han entregado un reporte en el que indican que aquellos nacidos entre 1996 y 2010 no quieren dedicar su carrera profesional a las grandes corporaciones tecnológicas de Silicon Valley.
De hecho el reporte presentado bautiza a este fenómeno como “techlash” y tiene que ver con los valores y percepción de bienestar que las nuevas generaciones de profesionistas encuentran en estas firmas.
En este sentido la investigación entregada por Pew Research Center concluye que “la proporción de estadounidenses que creen que las empresas de tecnología tienen un impacto positivo en la sociedad se ha reducido del 71 por ciento en 2015 al 50 por ciento en 2019″.
A esto se suma que las opiniones negativas sobre empresas como Google, Facebook o Apple casi se han duplicado en el mismo periodo al pasar de 17 por ciento a 33 por ciento.
Un problema a futuro
Para las grandes compañías del rubro esto podría ser un grave problema tanto por la causa como por la consecuencia.
Compañías de nueva generación están perdiendo talento joven por, cuando menos en apariencia, carecer de propósito y responsabilidad social, situación que las podría ponerlas en una posición de desventaja ante la exigencia de innovación.
En este juego, la visión de los más jóvenes es vital. Un informe de PA Consulting Group detalla al respecto que “en esta época los altos ejecutivos cada vez se sienten más desconectados de los cambios tecnológicos que impulsan los negocios y el cambio social”, con lo que el 50 por ciento de los colabores de las empresas no cree en que sus líderes puedan mostrar plenamente la visión y pasión necesarias para que la innovación suceda.
En esta línea, aunque la innovación hoy es fundamental para obtener mayores garantías de supervivencia par un negocio, sólo 28 por ciento de las empresas lo hacen con éxito al tiempo que únicamente 39 por ciento de los ejecutivos están seguros de que han definido las habilidades que se necesitan para ser innovadores.
De hecho, el 37 por ciento de los responsables de negocio no ha cambiado en lo absoluto su enfoque de innovación en los últimos tres años, aún y cuando los cambios en materia social, tecnológica y empresarial son evidentes y contundentes.