• Nuestro estado de ánimo y salud se traduce directamente en todas nuestras acciones.

• Si no estamos enfrascados en una rutina aplastante, hay más espacio para la creatividad.

• Si en el trabajo te tratan bien, estarás más comprometido y contento.

Si bien eliges un trabajo principalmente pensando en el dinero que te darán por tus habilidades, esta no es la única razón para quedarte. De hecho, podría ser un motivante muy menor, si consideramos que otros aspectos de tu bienestar emocional no están siendo tomados en cuenta. Cuando te ofrecen un trabajo, la conversación se quedará en un plano superficial de sueldo, prestaciones de ley y labores a realizar. Una vez dentro de la empresa, te darás cuenta de otros detalles, cómo es el ambiente laboral, si existe suficiente descanso y otros aspectos que te permiten desempeñarte de la mejor manera. El salario emocional es aquello que la empresa te otorga como un adicional para que te sientas bien con ellos y su importancia es cada vez mayor para los trabajadores.

En tiempos de la pandemia de COVID-19, muchos empleados consideran que la carga de trabajo aumentó, más no hay ningún reconocimiento por su desempeño. Este es un ejemplo de una situación en la que el sueldo no lo es todo. Algunos ejemplos de salario emocional son horarios flexibles, un plan de carrera, transporte gratuito, días de descanso y cualquier detalle que implique un reconocimiento por un trabajo bien hecho. El concepto va más allá, pues los trabajadores también esperan un buen ambiente laboral y experiencias que los enriquezcan, que los hagan sentir que pertenecen y son valorados. De lo contrario, es probable que tarde o temprano decidan irse de donde están. Si se toman en cuentas estos detalles, los resultados serán los siguientes.

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Reafirma el compromiso

Un trabajador suele verse como un elemento externo a la empresa, va a cumplir sus funciones y al terminar regresa a su vida cotidiana. Sin embargo, si en su trabajo lo tratan bien y siente que hay suficiente recompensa, estará más comprometido y contento con la empresa, hablando bien de ella y pensando en ella aunque no esté ahí.

Mayor productividad

El beneficio más obvio es que un trabajador satisfecho rendirá más. Nuestro estado de ánimo y salud se traduce directamente en todas nuestras acciones. Un ambiente de trabajo relajado, feliz, flexible y que elimina el estrés laboral, consigue que los empleados hagan más y se empeñen porque ese trabajo esté bien hecho.

Bienestar emocional

Se suele pensar en la salud física por encima de la emocional. Si el empleado no tiene un resfriado, no lo han operado de algo o no tuvo ningún accidente, debería poder trabajar, ¿cierto? Falso. Las emociones afectan tanto como lo físico y un trabajo que se responsabiliza del bienestar emocional de sus trabajadores, tendrá empleados las efectivos.

Más creatividad

Cuesta trabajo no estancarnos en medio de la rutina, pero el ambiente laboral puede ser clave al momento de echar a volar la imaginación de las personas y descubrir nuevos métodos para destacar. Con un buen salario emocional, como flexibilidad de horarios que no nos mete en una rutina aplastante, nuestro cerebro tiene espacio para buscar más y mejores soluciones, al dejar que las ideas fluyan.