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El 60 por ciento de los consumidores consideran el impacto ambiental cuando deciden comprar un bien o servicio.
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El 80 por ciento de los consumidores, consideró firmemente que las empresas deberían ayudar a mejorar el medio ambiente.
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Este término se empezó a usar en la década de los 80 y principios de los 90.
El mundo ha cambiado y con ello la percepción que muchas marcas tienen sobre los problemas sociales que nos afectan. Uno de estos es el temible y mencionado problema climático, que se ha vuelto un tema de conversación de empresa, que lanzan estrategias que se le conoce como greenwashing.
Como un concepto que no muchos conocen, llega el greenwashing, qué es una práctica de marketing verde destinada a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica. Ante eso, las ONG utilizan con frecuencia el término greenwashing para denunciar a las empresas que se preocupan por el medio ambiente cuando sus actividades son perjudiciales para este.
El estudio ‘Otro consumo para un futuro mejor’ de OCU y Foro Nes, detalla que uno de cada tres consumidores prefiere opciones ecológicas al comprar productos, por lo que el 35 por ciento, de las personas, incluso están dispuestas a gastar más dinero en dichos productos, y el 56 por ciento es “ligeramente probable” de considerar pagar un precio más alto.
Asimismo, datos de un reciente estudio global de la agencia Nielsen, detalla que más del 80 por ciento de los participantes consideran firmemente que las empresas deberían ayudar a mejorar el medio ambiente y admitieron además que están dispuestos a apoyar a aquellas marcas que muestren un compromiso auténtico con campañas de marketing verde o social, acciones de RSC, voluntariados con la plantilla para cuidar el entorno natural.
¿Cómo evitar que tu empresa caiga en el greenwashing?
Conociendo ya la definición de esta práctica, actualmente existen muchas acusaciones, donde señalan que el greenwashing se ha convertido en uno de los fantasmas más temibles para las empresas que se embarcan en el compromiso con el medioambiente.
Ante eso, este concepto para LLYC, lo entiende en un informe como que contribuyen en la construcción de la reputación de una marca. Es por eso que debes de saber si tu empresa ha caído en esta práctica o como se puede llegar a evitar.
Las redes sociales se han llenado de campañas, tendencias y mensajes donde las marcas y hasta figuras públicas hablan de la sostenibilidad, pero solo lo usan como una bandera para ganar seguidores y consumidores.
La investigación de LLYC detalla que “las acusaciones de greenwashing y el miedo a la involucración medioambiental se trata de un círculo vicioso: empresas que buscan la manera de sumarse al inevitable movimiento por la defensa del medioambiente al mismo tiempo que temen las consecuencias de una campaña poco acertada. Por ello, aumenta la necesidad de tratar la comunicación desde lo más profundo de las prácticas corporativas”.
En ese mismo contexto, refiere que las empresas que quieran protegerse frente a los temibles riesgos reputacionales que conlleva cualquier mensaje por la sostenibilidad es clave que estudien y comprendan lo que significa el greenwashing y cuáles son todas sus implicaciones de fondo.
Asimismo, agregan que para evitar el riesgo de ser acusado de greenwashing hay que abordar el asunto como un problema más de reputación que de comunicación.
“Es decir, no se trata tanto de contar lo correcto (aunque también) como de hacer lo correcto. Y lo correcto no solo es, evidentemente, cumplir lo que dicta la ley, sino también tener en cuenta las expectativas de los clientes, los empleados, los ciudadanos, los inversores y los demás grupos de interés acerca de lo que la compañía debe hacer”, explican en su texto.
Por su parte, la investigación asegura que las marcas que tenga estrategias de marketing enfocadas en la sustentabilidad, deben de realmente contribuir, ya que la dimensión “contribución” hace referencia al juicio que hacemos de una marca por su colaboración o participación en el desarrollo de una sociedad mejor.
Como también debe de ser una empresa con integridad, para crear modelos certificados que eviten prácticas ilícitas o poco éticas en el seno de la compañía, teniendo en cuenta todos los niveles de gestión.
En conclusión, la reputación de una marca puede ser evaluada mediante muchas prácticas, pero las firmas que son fuertes y transparentes con sus usuarios como con sus colaboradores, son las que reciben mejor aceptación en el mercado actual.
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