La tecnología ‘deepfake’ es un proceso de imitación de patrones del habla así como de imágenes realizado con inteligencia artificial con el objetivo de crear realidades alternativas, en las que alguien parece estar diciendo o haciendo cosas que nunca dijo o hizo.
Según un reporte de El Financiero, una explicación más simple indica que se tratan de imitaciones de personajes que se crean a partir de instrucciones por computadora y se alimentan de imágenes y audio que le permite copiar la voz e incluso modismos y gestos.
De acuerdo con el medio, ya existe una aplicación para hacerlo, se trata de FakeApp, además de videos tutoriales sobre cómo se usa, cuenta con una comunidad digital subterránea que superpone caras de celebridades sobre las imágenes actores en videos pornográficos.
En la actualidad, las producciones ‘deepfake’ son imperfectas y pueden detectarse, pero la tecnología avanza de manera rápida, se proyecta que en los próximos dos o tres años tal vez ya se realicen videos y discursos en los que no se puede detectar si son reales o fabricados.
El medio refiere un estudio, en el que los investigadores de la Universidad de Washington aprendieron a generar videos de Barack Obama a partir de su voz así como material de archivo. La forma de la boca del expresidente estadounidense fue modelada para la elaboración de un “Obama sintético”. Mientras que en la Universidad de Stanford, los investigadores han manipulado la rotación de la cabeza, mirada y parpadeo de sus ojos, con lo que se pueden producir contenidos generados por computadora, los cuales son difíciles de distinguir.
A pesar de que se estima, estos cambios ayudarán a la realización de materiales de alta calidad; es necesario considerarse los posibles abusos, por individuos o agentes estatales empeñados en difundir información errónea. La tecnología ‘deepfake’ podría ser capaz de poner palabras o expresiones en la cara o boca de un político e influir en unas elecciones.
La creación de estos videos tendrían la capacidad de fabricar una amenaza y provocar una crisis política e incluso un accidente de seguridad. “Si nos basamos en los últimos años, los videos falsos se desplegarán cada vez más para avanzar las agendas políticas”, declaró al Financiero Yasmin Green, directora de investigación y desarrollo de Jigsaw, el grupo de expertos de Alphabet.
Durante mayo del año pasado, la agencia de noticias de Qatar así como sus cuentas de redes sociales fueron pirateadas y se le atribuyeron declaraciones al emir que desencadenaron una disputa diplomática.
Los países vecinos del país usaron los comentarios para justificar un boicot económico del emirato. “El episodio de Qatar mostró la intención de usar las falsificaciones para seguir agendas políticas” indicó Green.