En ocasiones, el éxito de un sitio web se determina por el tiempo que el consumidor invierte en ella a través de diferentes contenidos, por lo cual obtener un internauta que entre al sitio y lo abandone a los pocos segundos es un indicio de que algo va mal.
La estancia de un consumidor dentro de un sitio en internet es determinante para las marcas, pues les ayuda a determinar posibles errores. Para determinar esto se utiliza la tasa de rebote o bounce rate.
De acuerdo con Google, “bounce rate” es el porcentaje de sesiones en las que el usuarios de internet ha abandonado el sitio o entra sin interactuar con ella. Al igual señala que existen diferentes factores que influyen en su determinación como por ejemplo el diseño de la página o que estén en busca de cierto tipo de información. Es relevante que el diseño se intuitivo con el fin de impulsar un aumento en el tiempo que se le destina al sitio.
Y pese a que no se puede determinar cuál es la cantidad óptima a causa del sector en donde se desempeña cada empresa, Inbounce Cycle enfatiza en que para disminuir la cantidad de rebote es necesario verificar que la página funcione de forma correcta, que todo esté interconectado, así como hacer una depuración con el fin de que el usuario pueda navegar por ella.
Bounce rate no sólo se aplica dentro de páginas institucionales, sino que también dentro de estrategias de e-mail marketing donde destacan dos variaciones:
- Soft bounce: se centra en aquellos correos que no llegaron a su destino a causa de una bandeja de entrada llena o la vigencia de un servidor.
- Hard bounde: se refiere a aquellos que han sido entregados y que nunca lo harán, pues la plataforma o la dirección ya no existe.