Bajo la consigna “Nunca más”, miles de personas marcharon este sábado con el tema #MarchForOurLives en diversas ciudades de Estados Unidos en demanda de reformas para el control de armas y una mayor seguridad en las escuelas.
La mayor concentración tuvo lugar en calles del centro de Los Ángeles, donde, según estimaciones de la policía, en las primeras horas había ya unos 40 mil manifestantes, mientras los organizadores pronosticaban una asistencia de unas 200 mil personas.
En las marchas participaron jóvenes, niños, padres de famila, maestros, grupos de la sociedad civil, religiosos y estudiantiles, todos unidos por la exigencia al Congreso de Estados Unidos para que apruebe leyes más severas para el control de armas.
En la intersección de las calles Broadway y Quinta se montó un escenario en el que decenas de personas demandaron el fin de la violencia por las armas en las escuelas.
Entre los oradores hubo sobrevivientes de la matanza de octubre de 2017 en Las Vegas, Nevada, durante un concierto de música country, así como de la masacre del 20 de abril de 1999 en una escuela de Columbine, Colorado.
Algunos de los niños que asistieron a la manifestación portaban carteles con leyendas como “No quiero ser uno más de la estadística”, “No quiero ser el siguiente” o “No deberíamos tener miedo de ir a la escuela”.
En tanto que un niño de seis años, acompañado por su madre, llevaba un pequeño cartel con la frase: “En la escuela no me permiten llevar mantequilla de cacahuate, pero otros pueden llevar armas”.
Sin embargo, también hubo algunas voces discordantes, como un pequeño grupo compuesto por una docena de personas, que se colocó detrás de la cinta de la policía cuando la marcha principal se acercaba a las calles First y Spring, y se manifestó contra la movilización.
Mark Ufert, miembro de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), dijo que los manifestantes “están usando la muerte de niños para promover esta retórica antiarmas”.
Además de Los Ángeles, las marchas por un mayor control de armas se replicaron en ciudades del sur de California como Santa Mónica, Santa Ana, South Bay, Long Beach, Pico Rivera, Santa Clarita, Huntington Beach, Burbank y Upland, entre otras.
“No queremos que los niños mueran más”, dijo Josie Hahn, de 17 años y organizadora de Long Beach Polytechnic High School. “Nuestra educación vale más que sus derechos a las armas de fuego”, puntualizó.
Estaba previsto que el vicegobernador de California, Gavin Newsom, y el multimillonario ambientalista Tom Steyer se unieran por la tarde a la manifestación en Santa Ana.
Muchos adolescentes dijeron que esperaban cumplir 18 años, cuando podrán votar, para apoyar a candidatos que respalden medidas nacionales para el control de las armas.
Las manifestaciones en California forman parte de una serie de movilizaciones bajo el lema “La Marcha por Nuestras Vidas”, que organizó eventos similares en 844 ciudades del mundo, para demandar mayor seguridad escolar y cambios urgentes para endurecer el acceso a las armas de fuego.
Las movilizaciones exigieron que nunca más vuelva a producirse un tiroteo escolar como el más reciente ocurrido en la escuela Marjory Stoneman Douglas High School de Parkland, Florida, donde murieron 17 personas, entre estudiantes y maestros.