El Departamento de Estado de Estados Unidos designó a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas trasnacionales. La medida obedece a lo adelantado por el presidente Donald Trump desde la orden ejecutiva que firmó el primer día de su mandato.
Esta designación, que entra en vigor tras su publicación en el Registro Federal, busca combatir la violencia y el narcotráfico que han afectado tanto a México como a Estados Unidos.
Carteles mexicanos con la designación de terroristas
Los grupos criminales que han sido clasificados bajo esta categoría incluyen:
- Cártel de Sinaloa
- Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)
- Cárteles Unidos
- Cártel del Noreste
- Cártel del Golfo
- Nueva Familia Michoacana
Además, la designación también incluyó a la organización criminal venezolana Tren de Aragua y a la Mara Salvatrucha (MS-13), ambas con presencia en Estados Unidos y Latinoamérica.
¿Por qué estos cárteles mexicanos han sido declarados terroristas?
La clasificación de estos cárteles como organizaciones terroristas trasnacionales responde a diversos factores. Según el documento oficial firmado por el secretario de Estado, Marco Rubio, la decisión se basó en los siguientes criterios:
- Amenaza a la seguridad nacional: Los cárteles representan un peligro que va más allá de la delincuencia organizada común, ya que operan con estructuras similares a las de grupos insurgentes y terroristas.
- Nexos con actores internacionales: Se ha identificado una convergencia entre los cárteles y actores extrahemisféricos, incluyendo grupos terroristas extranjeros y gobiernos hostiles.
- Estrategias de guerra asimétrica: Estas organizaciones han desarrollado sistemas adaptativos complejos, característicos de insurgencias armadas.
- Infiltración en gobiernos: En ciertas regiones de México, los cárteles ejercen un control de facto sobre comunidades enteras, operando como entidades cuasi-gubernamentales.
La orden ejecutiva señala que “los cárteles han emprendido una campaña de violencia y terror en todo el hemisferio occidental que no sólo ha desestabilizado países de gran importancia para nuestros intereses nacionales, sino que también ha inundado Estados Unidos de drogas mortales, delincuentes violentos y bandas sanguinarias”.
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¿Cuál es el impacto de esta declaración en la política de Estados Unidos?
La decisión de categorizar a estos cárteles como organizaciones terroristas abre la puerta a una mayor intervención de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico en México. Esto podría incluir:
- Sanciones económicas y bloqueo de activos financieros en EE.UU.
- Acciones militares y operativos especiales contra estas organizaciones.
- Mayor presión diplomática sobre el gobierno mexicano para endurecer su política de seguridad.
¿Qué papel juega Donald Trump en esta decisión?
El presidente Donald Trump declaró a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas; desde el 20 de enero firmó una orden ejecutiva instruyendo al secretario de Estado, Marco Rubio, a realizar las evaluaciones necesarias para implementar la medida.
Trump ha argumentado que “las actividades de los cárteles amenazan la seguridad del pueblo estadounidense, la seguridad de Estados Unidos y la estabilidad del orden internacional en el hemisferio occidental”. En su visión, estos grupos han convertido algunas regiones de México en “territorio enemigo”, lo que justificaría un mayor intervencionismo militar estadounidense.
Cárteles como organizaciones terroristas, ¿qué implica?
La designación de los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés) representa un cambio radical en la estrategia de Estados Unidos para combatir al crimen organizado. Según Donald Trump, los cárteles operan como entidades “cuasigubernamentales” en ciertas regiones de México, controlando actividades ilegales a través de métodos de violencia extrema que amenazan tanto la seguridad interna de Estados Unidos como la estabilidad del hemisferio occidental.
Esta decisión habilita al gobierno estadounidense a utilizar herramientas legales específicas, como la Ley de Enemigos Extranjeros, para intensificar sus esfuerzos contra estos grupos. Además, permite el uso de sanciones económicas y la criminalización del apoyo material a estas organizaciones.
Según expertos, esta decisión podría reforzar la percepción de que México carece de la capacidad para combatir eficazmente el narcotráfico, incrementando la presión internacional sobre el país. Incluso, algunos analistas advierten que esta designación podría interpretarse como una señal para justificar futuras intervenciones militares en territorio mexicano, aunque oficialmente la orden no autoriza el uso directo de las Fuerzas Armadas.
Por último, esta declaratoria también tiene implicaciones financieras. Los activos relacionados con estas organizaciones podrían ser congelados, y se intensificarían los esfuerzos para rastrear y bloquear los flujos de dinero ilícito que sustentan sus operaciones. Asimismo, la clasificación de los cárteles como terroristas amplía las capacidades del gobierno estadounidense para perseguir a individuos y entidades que colaboren con ellos, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Aunque algunos sectores consideran esta medida necesaria para enfrentar la crisis del fentanilo y otras amenazas, también genera preocupaciones sobre posibles abusos, impactos negativos en la población civil y tensiones diplomáticas con México.