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El alcance de los influencers cuando colaboran con marcas ha sido cuestionado en diversas ocasiones, a pesar del impacto que tienen en los presupuestos de mercadotecnia.
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Los influencers se han convertido para muchas personas en un modelo de emprendimiento, sin embargo, son muy pocos los casos que han logrado ser relevantes.
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Una de las apuestas en contenido de estas personalidades es el retrato de sus vidas diarias, convirtiendo a este aspecto como el distintivo.
La ilusión de ser influencer y lograr vivir de ello ha motivado toda una maquinaria a la que diversas empresas se han sumado para crear contenidos y personalidades que impacten dentro de Youtube o Instagram, las redes sociales predilectas para lograrlo.
Badabun es un gran ejemplo de la producción de influencers como si se tratara de un nuevo esquema de medios, en el que se crean contenidos virales y a los responsables de generarlos.
En medio de este nuevo esquema es preciso revisar al menos dos casos sobre el camino a evitar si colaboras con influencers.
1. La influencer que no pudo vender playeras
A pesar de contar con más de dos millones de seguidores, Arii no pudo vender 36 playeras, que era el mínimo que una empresa le estableció para generar un convenio de colaboración.
El incidente lo denunció en un post que posteriormente eliminó y que dejó al descubierto la realidad de estas personalidades, que difícilmente logran capitalizar a sus seguidores en potenciales consumidores.
De hecho, estudios proyectados por Statista advierten que los microinfluencers son los más efectivos en la conversión de seguidores en decisiones de compra, por lo que una estrategia de colaboración con influencers debe plantearse quién es la personalidad adecuada para cumplir la meta comercial siguiendo un sencillo mantra: “si puede medirse, puede venderse”.
The influencer bubble is bursting. This young lady has well over 2 million followers and couldn’t sell 36 shirts. Focus on genuine engagement and not followers cuz they ain’t gonna buy a thing. pic.twitter.com/uOSVxc2k4D
— Flawless and Brown (@kissmyelite) 27 de mayo de 2019
2. Una marca que dejó de invertir en influencer marketing
Phillip Morris dejó de colaborar con influencers luego de que Reuters cuestionó a la marca por usar a personalidades con menos de 25 años, para promocionar sus cigarros electrónicos ISOS.
El caso señalado fue el de la colaboración con Alina Tapilina, quien a pesar de que advierte que se trata de un producto para mayores de 18 años, generó toda una controversia por la edad con que contaba la mujer y el estilo de vida que promocionaba su publicación.
Con este caso queda claro que el contexto es clave para desempeñar toda clase de estrategia y en influencer marketing es un paso obligado para los mercadólogos.
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