Doha es un centro de operaciones aéreas de nivel mundial por una razón: Qatar Airways. Sus vuelos han hecho de la capital de Qatar un nodo de interconexión clave entre oriente y occidente.
Sin embargo, ahora hay serios problemas para la compañía y, en consecuencia, para el aeropuerto: la prohibición de sobrevolar los países vecinos, derivación directa de la grave crisis en el Golfo.
La acusación a Qatar por parte de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Baréin, entre otros, de apoyar el terrorismo internacional derivó en la ruptura de las relaciones diplomáticas y a sanciones, como el cierre del espacio aéreo de estos cuatro países a Qatar Airways.
Estas medidas generaron la anulación centenares de vuelos semanales de la compañía de Qatar, y también de Emirates de Dubái y Etihad de Abu Dabi, las otras dos aerolíneas más importantes que volaban a Doha y generaban el tráfico necesario para multiplicar ganancias.
Los mayores problemas para Qatar Airways son los vuelos a América, Africa, y las conexiones entre Asia y América. Es que al no poder pasar por Arabia Saudita ni Baréin, el rodeo por Irán genera muchísimo más costo de combustible y, tarde o temprano, encarecerá los tickets y la dejará fuera de competencia.
Por ejemplo, con las prohibiciones, el tiempo de vuelo hasta San Pablo aumentó más de dos horas.
Sólo los vuelos hacia Europa se ven menos afectados ya que siguen pasando por el cielo de Irán, apenas con un mínimo desvío para evitar el espacio aéreo de Baréin. Sirve como dato: según Irán, cruzan cada día el cielo de su país desde el inicio de la crisis unos 100 aviones nuevos, esto representa un 17% más de los vuelos internacionales.
El primer cálculo respecto de las finanzas de Qatar Airways dice que la compañía perderá cerca del 30% de su volumen de negocios.
El resto de las empresas de transporte aéreo no estarán preocupadas por la realidad de Qatar Airways, es que tanto las europeas como las estadounidenses acusan desde hace años a la catarí de beneficiarse de subvenciones públicas para desarrollar sus mercados.