-
Para 2014, se contaban más de cuatro millones de negocios en México, contando también a las grandes corporaciones
-
Entonces, el 97.6 por ciento entraban en la clasificación de PyMEs, incluyendo los microemprendimientos
-
Sus actividades económicas representan alrededor del 50 por ciento del PIB nacional y tres cuartas partes de los empleos
Las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) siempre han sido consideradas la pieza central de la economía. De acuerdo con Chron, son una alternativa para que los profesionales y las familias puedan ganar independencia y autonomía. Por su parte, el HuffPost cree que ayudan a darle diversidad al sistema productivo nacional, tanto en soluciones como en opciones. Y según Shopkeep, también ayuda a presentar varias ventajas a la vida en las comunidades.
Por otro lado, con la crisis sanitaria de la COVID-19, las PyMEs enfrentan un panorama muy desolador. Se estima que, solo en México, se pueden perder más de un millón de empresas por culpa de esta pandemia. Esto también provocaría la pérdida de 1.5 millones de empleos, solo en la capital del país. Cierto, existen varios retos muy difíciles de superar. Pero, en datos de Wortev, también pueden significar una oportunidad de negocio para los mejores negocios:
Capacidad de adaptación dentro de las PyMEs
A raíz de la emergencia sanitaria, la recomendación oficial es trasladar, en la medida de lo posible, las actividades de las compañías a modelos remotos. Muchas PyMEs se están enfrentando a este desafío con mucho temor. Al contrario de las compañías grandes, es muy poco probable que ya hubiera sistemas de trabajo instalados que favorecieran el home office. Así pues, muchos negocios enfrentan la posibilidad de solo desaparecer ante la pandemia.
Sin embargo, es importante que las PyMEs tomen esta crisis sanitaria como una oportunidad para poder medir su nivel de flexibilidad. Los esquemas de trabajo remoto son una excusa para que estos negocios vean si pueden adaptarse a situaciones de crisis. Si logran ofrecer sus productos y servicios a través de canales digitales o a distancia, poco podrá detenerlas en el futuro. Y será una habilidad útil que podrá seguir teniendo beneficios en el muy largo plazo.
Notas relacionadas
- Por COVID-19, una app “hermana” de SinDelantal está enviando comida a dueños de PyMEs
- RP: ¿Salvavidas de las PyMEs?
- 5 pasos básicos para mantener las ventas de una PyMe en tiempos de crisis
Bajo nivel de ventas
Con la COVID-19 en todo su esplendor dentro de México, tanto las PyMEs como las grandes corporaciones enfrentan una situación complicada. El consumidor está inmerso en un estado de miedo y nerviosismo. Incluso con todas las facilidades digitales posibles, mucha gente solo ha reducido su gasto tanto en productos como en servicios, a raíz del ambiente de crisis que se percibe. Lo anterior resulta en menores ingresos para prácticamente todos los negocios.
Pero las PyMEs pueden tomar este reto como una oportunidad para expandir su mercado. Con un público potencial más grande, se pueden llegar a conservar las ventas que se tenían anteriormente. Y, cuando la situación de crisis quede atrás, verse beneficiado por ingresos muy por encima de los habituales. Por supuesto, también se puede usar como una excusa para emprender programas de fidelización y regreso de clientes, para monetizar la base actual.
PyMEs y la falta de liquidez
Hay un último reto significativo de parte de las PyMEs. Ante el bajo nivel de ventas y la relativa calma del sistema económico, el reto más importante es la falta de dinero disponible. Tal vez el público pueda detener momentáneamente su consumo. Pero sin estos ingresos, los pequeños emprendimientos pueden quedarse sin recursos para conseguir suministros, pagar salarios o solo cubrir adeudos como las rentas. Se trata de un desafío que puede llevar a la quiebra.
Pero este escenario es una oportunidad para que las PyMEs hagan planes de contingencia financiera en el corto, mediano y largo plazo. Con una buena administración, es posible que estas compañías puedan seguir cumpliendo con los compromisos que tienen con sus aliados y colaboradores. Y, con ciertas ayudas que ha empezado a ofrecer el Gobierno a los pequeños emprendimientos, debería ser aún más fácil poder sobrevivir a estos tiempos tan complejos.