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Purina se ha convertido en una marca clave en la industria pet, que en México ha repuntado enormemente.
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El valor de marca de Purina ha permitido un activismo único, que ha definido la capacidad de innovar en el mercado, junto a marcas que recurren a estas acciones como activismo en contingencia.
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Hay una gran oportunidad en la comunicación de marca, que se basa en la empatía ante situaciones críticas como una contingencia.
En una serie de activaciones sin desperdicio, Purina anunció la instalación en la Ciudad de México de centros OBI-K19, opción para detectar COVID a través de la Biodetección Canina, es decir sustituyó los temidos isopos con perros entrenados.
El proceso es un primer indicador para saber si eres posible portador del patógeno, ya que con la asistencia de perros entrenados, estos olfatearán cubrebocas de los asistentes y reaccionarán de determinada forma ante posibles casos de infección por el virus.
“La detección de COVID-19 en lugares concurridos puede prevenir la propagación del virus, sobre todo ahora que la mayoría de las personas están regresando a sus actividades de forma física o híbrida; una vez más las mascotas nos demuestran el impacto que tienen en nuestra vida diaria”, explicó Francisco Mualim, BEO de Negocio, Country Manager de Nestlé Purina PetCare México y Líder del Comité de Diversidad e Inclusión de Nestlé México.
Los puntos donde se instalarán comenzarán a operar en espacios como el Parque Arboledas y otros lugares que tienen que ser identificados en las redes sociales de la marca.
Alianzas creativas
OBI-K19 es una compañía que se ha dado a la tarea de realizar una importante colaboración para la prestación de servicios caninos de todo tipo de situaciones y recurrir a estas nuevas e propuestas ha sido una oportunidad de gran valor en el mercado, sobre todo cuando se trata de hacer activismo con el que las marcas tratan de colaborar con los consumidores.
Ante esta situación un recurso es clave en ello y es el poder entender qué vale la pena en la manera como un producto logra ser empático y lo más importante, de qué recursos se vale para lograrlo.
Información de Purina ha llevado a explicar que esta colaboración se ha vuelto parte del trabajo que llevan a cabo con dependencias como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav), con lo que han logrado al día de hoy contar con protocolos para poder realizar una activación.
“Por su parte, este año la marca de Purina llevó a cabo su alianza y apoyo económico para los avances científicos de la primera etapa y donación de alimento Pro Plan para los perros.
Esta alternativa es más accesible, tomando en cuenta el precio de otros tipos de pruebas e incluso el tiempo necesario para que el virus sea detectado después de la exposición a él, que de forma general mantienen un periodo largo de espera entre la aparición de síntomas, mientras el virus podría estar propagándose, sin mencionar los casos asintomáticos”, señala la firma en su argumento con el que ha advertido cómo opera en el mercado.
Hay marcas que se han vuelto tremendamente valiosas ante el consumidor y frente a ello solo un aspecto es fundamental de entender, los recursos que se patentan en ejercicios cada vez más audaces ante el consumidor.
Un caso relacionado con ello y ha sido fundamental durante esta contingencia lo vimos con el activismo de marcas como Zara, que por ejemplo, reconvirtió sus maquilas en fábricas para la confección de material médico y poder aportar con ello en el trabajo con que se combatió este patógeno.
