A lo largo del tiempo he conocido a dueños de marcas, directores de empresas nacionales y extranjeras que no tienen claro qué venden, no es broma, en verdad no lo saben, tampoco pueden verbalizar con facilidad qué ofrece su producto o servicio a diferencia de su competencia, a la que pocos conocen a profundidad.
He preguntado al director de la empresa y me contesta A, le pregunto al subdirector y me responde B. Pocas veces me he atrevido a preguntar a las personas de marketing, como dice la canción “Temo mucho a la respuesta de un jamás.”
Esto es súper grave porque sino saben con precisión quiénes son, tampoco sabrán el objetivo de su comunicación. No sabrán con certeza qué decir de ellos, de sus productos, ni serán persuasivos.
Ya seas el dueño(a), director(a) general, director(a) de mercadotecnia de la empresa, te invito a pensar y que seas honesto(a) contigo mismo(a), qué le responderías a un cliente potencial que te preguntara, ¿por qué he de elegir tu producto y no el de la competencia, cómo mejora mi vida? De verdad espero que la respuesta no esté por, es el mejor, es más rápido, cuesta menos, tenemos más variedad, tenemos más experiencia,…
Si puedes responder sin problemas, ni pensarlo mucho porque lo tienes claro, enhorabuena, te invito también a que hagas el ejercicio con tus directivos, con tu equipo por separado cada uno, te sorprenderás con las respuestas.
Te comparto aquí unas ideas que te podrán ayudar para que, sabiendo quién eres y qué quieres como marca, aproveches los 20 artículos y 20 cursos:
- La claridad es crucial. Si no tienes claro qué ofreces como marca para mejorar las vidas de las personas, no sabrás ni qué publicar y mucho menos cómo hacerlo. Tener esto muy, muy claro es el primer paso para lo que sea. Trabaja en ello, escríbelo en tres líneas y a continuación escribe el porqué puede ofrecerlo tu producto o servicio.
- El objetivo debe conocerse con certeza. ¿Qué deseas conseguir como marca? ¿para qué vas a hacer publicidad? No siempre y todo es vender. Escribe el objetivo con letras grandes y pégalo en tu pared.
- Que todo el mundo lo sepa. Una vez definido lo anterior, reúne a tu gente, a todos y cuéntaselos. Asegúrate de que el equipo lo comprenda y lo crea. Esto hará que el del timón tenga la misma información que el que trae las cartas de navegación, así como el encargado de levantar o bajar las velas. El rumbo será uno y verás tierra rápidamente.
Sólo así lograrás tener una marca persuasiva, sólo así serás visible y competitivo en el mercado.
El ejemplo que ilustro aquí de 3M es muestra del resultado de comprender muy bien en qué beneficia al cliente el producto, cómo hace su vida mejor, y además, resaltarlo de una manera creativa, entretenida y diferente.
Gracias por tu tiempo. Hasta el próximo miércoles.