La música contribuye a hacer de la publicidad un éxito que acapara la atención de los consumidores y los hace elegir un producto o servicio por encima de otro. En algunos casos se convierte en un distintivo de las propias marcas, tal es el caso de Nokia, a la que se le relaciona con un extracto del tema Gran vals, del guitarrista y compositor español Francisco Tárrega.

El Nokia tune apareció por primera vez en el Nokia 2110, lanzado en 1994, después se convirtió en su slogan y tono de llamada clásico, hasta ser escuchada mil 800 millones de veces por día en el mundo.

La importancia de la música es notoria; específicamente la música clásica es utilizada frecuentemente; sin embargo, suele pasar desapercibida por los consumidores. Un caso claro es el de un tema Johann Sebastian Bach, cuyo aniversario luctuoso se cumple hoy, que aparece en el comercial de 2011 de Talliani, “Cello suite Nº 1 – Prelude”.

También en la promoción del SH-08C en la que aprovecharon un xilófono.

Recientemente Indio presentó “La expresión de Emmanuel ‘Chivo’ Lubezki” en un spot musicalizado con Spring, de Four Seasons, del gran Antonio Vivaldi, quien también falleció un día como hoy, pero de 1741.

Este año Intel lanzó un spot para mostrar la diversidad de productos que ofrecen, al ritmo de la Symphony No. 5 de Ludwig van Beethoven.

Pantene apostó por el marketing de nostalgia apoyado por Canon en D menor de Johann Pachelbel.

Y McDonald’s combinó frases con la composición Papageno-Papagena de La flauta Mágica de Wolfgang Amadeus Mozart.