Agradezco el apoyo de Rodolfo Sierra @fitovsky
Recorriendo las calles de la Ciudad de México me encuentro con una importante pauta de anuncios exteriores de la bebida Lipton, en la cual hacen lucir realmente mal a la excelente actriz Martha Higareda, con una mirada perdida y una postura totalmente artificial, dando un intento de sorbo ilógico directamente de la botella, con un ciclorama de playa por detrás.
Hasta donde entiendo la forma en la que Martha bebe de la botella se asemeja más al contexto de un “enfiestado” que de una líder de opinión, como se ilustra en la siguiente imagen:
Me queda claro que la intención es mostrar la marca en la botella, pero a costa de un encuadre totalmente ilógico, dado que poca gente bebe así.
Otro aspecto preocupante es el slogan “Optimismo Natural”. Si analizamos la frase desde una perspectiva semiológica encontramos una relación poco lógica entre ambas palabras, dado que el significado de “Optimismo” es en sí una actitud que emana de la persona, por lo cual es natural por definición.
En base a lo anterior dudo que exista un optimismo “artificial”, es decir, la forma de beber no refleja la naturalidad de un optimismo en la persona. Además vemos un fondo de playa que de por sí es optimista. Entonces la pregunta será: ¿El optimismo está en la playa, en la persona o en el producto ?
Resulta también que algunos sinónimos de “optimismo” se reflejan en jovialidad o euforia. El anuncio de Lipton no muestra jovialidad, euforia o alegría. El encuadre muestra a una mujer bebiendo “sola”, con la misma postura de un borracho, que poco tienen de optimistas.
Lo anterior deja confusión alrededor del verdadero “brand character” de Lipton. En lugar de contribuir a su construcción nos confunde aún más sobre su personalidad y posicionamiento.
Tengo la impresión de que estamos frente a uno de varios ejemplos de campañas publicitarias que se hacen “al vapor”, aparentemente con prisa y centrando su apuesta en el branding sin pensar con detenimiento en el mensaje o en las connotaciones. Se trata de visuales forzados para mostrar a toda costa un logo y un contexto, apostando al reconocimiento del personaje o líder de opinión que aparece en el afiche o pieza gráfica.
Es muy probable que varias marcas como Lipton olvidan cómo se comporta nuestra mente ante un estímulo, en este caso gráfico.
Los modelos publicitarios inteligentes buscan una decodificación efectiva de los mensajes, donde la creatividad y los contenidos apelan a remedios o soluciones para nuestra supervivencia o gratificación. Es así como éstos provocan un efecto de memorización en nosotros cuando agregan estímulos positivos.
Estamos como audiencia en una etapa de mayor madurez audiovisual, ya somos capaces de abstraer mensajes más complejos que una foto de una chica bebiendo de forma vulgar de una botella de plástico, carente “taste appeal” o naturalidad, que tampoco abunda en una situación de optimismo, dado que la soledad del entorno no ayuda a demostrar que Lipton es una marca optimista.