Internacional.- El psicomarketing surge, a grandes rasgos, de aplicar los conocimientos en psicología a las estrategias de marketing. Implica ahondar en la persona a la que va dirigido el mensaje, es decir, no quedarse en la superficie y tratarlo como algo más que un simple usuario. Cuanto más conozcas a tus interlocutores, más probabilidades de éxito.
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Neuromarketing
Explican en el blog de la IEBS (Escuela de Negocios de la Innovación y los Emprendedores) que, para llegar a las personas, “debes conocerlas, saber qué les gusta, cómo se comportan, si tienen alguna característica que les hace distintas a otros grupos”.
Por su parte, desde la plataforma Envíalo Simple sostienen en un artículo que “para poder comprender cómo atraer y conquistar a la audiencia, es necesario entender primero cómo somos nosotros mismos, y luego aplicar lo conocido y experimentado en favor de estrategias exitosas de marketing”.
Para aproximarse al psicomarketing, Envíalo Simple propone atender a tres reglas:
1.- Crear un ambiente agradable. No importa si es un establecimiento físico o un comercio electrónico, pero lo que hay que tener claro es que debe ser confortable y que el público sienta ganas de quedarse. De hecho, cuanto más acogedor sea el espacio, más permanencia y retorno habrá.
2.- Apostar por la innovación. Aunque ciertas estrategias hayan dado buenos resultados, hay que tratar siempre de innovar y sorprender al consumidor. Cuando las sorpresas generan emociones positivas impactan en el cerebro de la persona y producen mayor deseo de compra.
3.- Estimular los sentidos. No hablamos de emplear recursos caros o de lujo, pues, de hecho, son los detalles más sencillos (como una música relajante o un sofá cómodo) los que permanecen grabados en la memoria del cliente. Lo importante es que le proporcione una sensación de bienestar y provoque una asociación con algún episodio positivo de su vida.
