• Como parte de las nuevas medidas obligatorias de Airbnb, huéspedes y anfitriones deben usar cubrebocas al interactuar dentro del alojamiento

• Asimismo, será obligatorio desinfectar todas las superficies del lugar antes que lleguen nuevos clientes a cualquier espacio

• También se le pedirá a los socios proporcionar instrumentos e insumos de higiene adicionales en cada visita

En un comunicado, Airbnb dijo que será un requisito, tanto para huéspedes como anfitriones, el seguir su nuevo Protocolo de Limpieza Avanzado. De acuerdo con la plataforma, la idea es que las medidas ayuden a proteger tanto a los clientes del servicio, como a las comunidades locales y a los gobiernos. Según la compañía, con fuertes lazos a la industria del turismo, la implementación le ha ganado a sus habitaciones a obtener una alta calificación en higiene.

La idea es que estas recomendaciones de limpieza se vuelvan obligatorias para todos los miembros de la comunidad de Airbnb para el próximo 20 de noviembre. De no seguir con las medidas del Protocolo, la marca de alojamiento y turismo apuntó que se puede penalizar a huéspedes y anfitriones. Los castigos van desde una simple advertencia, hasta la suspensión de sus cuentas y, en los casos más graves, también la eliminación completa de la plataforma.

Higiene, ¿un elemento clave para la recuperación del turismo?

Tiene mucho sentido que la empresa de renta de habitaciones y hogares esté esforzándose tanto por reforzar sus protocolos de limpieza. De acuerdo con BCG, lo que más extrañan los consumidores es justamente el turismo por diversión. Sin embargo, el mismo estudio muestra que entre 37 y hasta 53 por ciento de la población (según su rango de edad) tiene miedo a contraer el virus en estas actividades. Así pues, la higiene parece una respuesta adecuada.

Sin embargo, es posible que no baste tener una buena estrategia de limpieza, como lo refleja la iniciativa de Airbnb, para convencer a la gente de regresar. De acuerdo con PwC, el 60 por ciento de la población cree que la disponibilidad de la vacuna es el elemento más importante al decidir si reanudar el consumo en turismo. Al mismo tiempo, sí hay un factor de confianza ligado a la higiene al momento que las audiencias eligen entre marcas de aerolíneas u hoteles.

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A eso se debe de sumar un elemento clave que tal vez Airbnb no había considerado a la hora de implementar este Protocolo como algo mandatorio para huéspedes y anfitriones. En todo el mundo han surgido varios movimientos para protestar contra medidas obligatorias para limitar la expansión de la COVID-19. En datos de Global News, es (en parte) una reacción psicológica natural al cambio repentino e incómodo. Algo que podría pasarle a esta plataforma de turismo.

Otras soluciones para fomentar la confianza del consumidor para el turismo

Por supuesto, Airbnb y otras marcas en el sector turismo no pueden controlar ni la psicología de los consumidores ni el desarrollo de la pandemia. Si la higiene no es la estrategia más efectiva para recuperar la confianza del público en la industria, ¿qué otras opciones quedan? Vale la pena ver las tendencias en las partes que sí se han recuperado. La misma plataforma de habitaciones compartidas parecía recuperarse mucho más rápido que los hoteles para julio.

Esto se debía, en buena parte, a que los consumidores estaban reanudando sus viajes a los destinos más cercanos, usando automóvil y viajando solo con la familia. A eso se debe sumar que, de acuerdo con El Financiero, las aerolíneas de bajo costo están casi operando con total regularidad, comparado con sus rivales más caras. Eso refleja que, para el turismo, sería mejor que las marcas se apoyaran más en las opciones baratas, o convenientes, que en la higiene.

Lo anterior parece confirmarlo Deloitte, que dice que al público le preocupan más las finanzas de sus compras, que su propia salud. Incluso en lo que se refiere a la limpieza, podría ser más importante la implementación que el acto en sí. De acuerdo con Travel Daily News, ha crecido la exigencia a las marcas de turismo por mayor transparencia y flexibilidad en las ofertas de hoteles, aerolíneas y similares. Esto bien podría extenderse también a sus prácticas de higiene.