- Inician, oficialmente, los Juegos Olímpicos y, con ellos, una serie de protestas que exigen su cancelación
- Estas protestas se sumergen en un ambiente ya pesado sobre la justa, donde se han reportado varios casos de Covid-19 en atletas
- Con todo esto en su contra, los Juegos Olímpicos se desarrollarán entre el 23 de julio y el 8 de agosto, si es que antes no se cancelan
Finalmente, hoy se llevó a cabo la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio, una fecha muy esperada desde el 2013, cuando se dio a conocer que la capital de Japón sería sede de las olimpiadas sucesoras de Río de Janeiro 2016.
Debido a la pandemia, esta nueva edición de los Juegos Olímpicos llega con un año de retraso y en un contexto de gran incertidumbre y desconfianza.
La idea de realizar un evento de tal magnitud en medio de una nueva oleada de contagios en Japón, no ha caído bien tanto en los espectadores como en algunas marcas patrocinadoras.
No ha sido sencillo llevar a cabo toda la logística para este gran evento deportivo, el cual, desafortunadamente, contará con la ausencia del público, incluido el de casa.
Hoy, 23 de julio del 2021, ha sido un día histórico para unos Juegos Olímpicos que, desde antes de iniciar, ya habían pasado a la historia.
Incertidumbre en la inauguración de JJOO
Con menos de mil espectadores (invitados VIP) en un estadio que puede albergar a más de 65 mil almas, la ceremonia de inauguración arrancó y, de inmediato y a la par, las protestas contra el evento no se hicieron esperar.
A las afueras del Estadio Nacional de Tokio, un grupo de personas se manifestaron en contra de la decisión de continuar con la realización de los Juegos Olímpicos exigiendo su cancelación.
Estas protestas se sumergen en un ambiente ya pesado sobre la justa, luego de que, de inicio, el Comité Olímpico Internacional (COI) y el comité organizador de las olimpiadas anunciaron que no habría público durante la competencias de Tokio 2021.
De igual forma, los recientes escándalos de quien fuera el hombre al frente del Comité Olímpico Internacional, Avery Brundage, calificado por la opinión pública como una persona sexista, racista y antisemita, han fomentado más sobre el ambiente de desconfianza del evento.
Pero lo más preocupante para la sociedad nipona y para los patrocinadores es el repunte de casos de Covid-19 el país, el cual lleva más de 70 casos derivados solo de los Juegos Olímpicos.
Dentro de este marco, la idea de volver a cancelar el evento sigue siendo una posibilidad para el Comité Olímpico Internacional, tal como lo declaró Toshiro Muto, jefe del comité organizador de los Juegos Olímpicos en una rueda de prensa:
“Hemos acordado que, en base a la situación del coronavirus, volveremos a convocar conversaciones entre cinco partes. En este punto, los casos de COVID pueden aumentar o disminuir, por lo que pensaremos en qué debemos hacer cuando surja la situación”.
Juegos Olímpicos, con todo en su contra
El contexto en torno a los Juegos Olímpicos no es, por mucho, el mejor, sobre todo cuando está latente una posible cancelación de la competencia.
En ese sentido, también las marcas estarían perdiendo más de lo que ya han hecho. Recordemos que, de acuerdo con datos de Fitch Ratings, tan solo por concepto de venta de boletos, se estarán perdiendo más de 400 millones de dólares.
Por otro lado, la imagen que ha surgido de los Juegos Olímpicos tampoco es muy buena, pese al mensaje enviado el día de hoy, durante la ceremonia de inauguración, sobre justicia racial e igualdad de género.
El ejemplo de esto es el baje de algunas marcas importantes en temas de publicidad, entre las que destacan dos gigantes: Toyota y Panasonic.
Con todo esto en su contra, los Juegos Olímpicos se estarán desarrollando entre este 23 de julio y el 8 de agosto, esto, si es que antes no ocurre una oficial anulación de la competencia.
Las olimpiadas están en un momento en el que puede pasar cualquier cosa en cualquier momento y las expectativas no son las mejores en materia de competiciones (el aumento de contagios por parte de los atletas), publicidad, desconfianza del público, y en la imagen que se está proyectando en el mundo.
