• De acuerdo con Varonis, se espera que el mercado de la ciberseguridad alcance los 170 mil millones de dólares para 2022

• Asimismo, se estima que menos del cinco por ciento de las compañías protegen adecuadamente sus repositorios de información

• Casi la mitad de los incidentes informáticos son causados por hackers, y una cuarta parte son provocados por esquemas de phishing

Desde hace varios años que la ciberseguridad debería haber estado entre las prioridades de las empresas. Sin embargo, los retos específicos de la pandemia pusieron el tema realmente en los reflectores. Fenómenos como el ecommerce y el home office han contribuido a que los incidentes de ataques informáticos no solo sean más frecuentes, sino también más peligrosos. Incluso han llevado a la creación de nuevos servicios para las empresas y las organizaciones.

Sin embargo, es importante señalar que no solo los grandes corporativos son vulnerables a los incidentes de ciberseguridad. Pequeñas empresas y hasta individuos son víctimas frecuentes de hackers y otros agentes maliciosos en línea. De acuerdo con Hashed Out, solo en 2019 tres de cada 10 ataques de este tipo afectaron a negocios de menor tamaño. Y en datos de Cybint, cada 39 segundos se registra un incidente a escala global, incluyendo contra usuarios finales.

En este contexto, los smartphones son un factor clave en las estrategias de ciberseguridad. Al ser el dispositivo más usado por los usuarios, es también un punto de ataque atractivo para los hackers. Y es que, una vez que se gana acceso a un teléfono inteligente, es mucho más sencillo robar información e infiltrar sistemas privados. En este sentido, OnePlus apunta que hay cinco recomendaciones que permiten a la gente tener dispositivos mucho más seguros:

Familiarizarse con las funciones de ciberseguridad

Por más raro que parezca, muchas personas no le sacan el mayor provecho posible a las funciones de sus smartphones. Es importante que las personas revisen su dispositivo para crear un entorno más seguro. Por ejemplo, definir claves o sistemas de acceso para evitar que un agente malicioso desbloquee el teléfono. O bien activar herramientas como el bloqueo a la distancia y deshabilitar notificaciones de aplicaciones sensibles, como plataformas financieras.

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Actualizar lo antes posible el dispositivo

La ciberseguridad es una pelea constante ente los expertos de tecnología y los grupos de hackers. En este sentido, las compañías constantemente lanzarán actualizaciones y mejoras a sus programas, muchas veces para responder a posibles amenazas de agentes externos. En este sentido, es crucial no postergar el instalar estas versiones más nuevas. De lo contrario, se puede dejar al sistema vulnerable a la intervención de grupos maliciosos en el corto plazo.

Usar programas de ciberseguridad

Hay un sinfín de plataformas anti-virus disponibles para dispositivos móviles. Si bien hace toda la diferencia del mundo tener mejores prácticas para reducir la incidencia de un ataque, no hay una forma de evitar por completo a los agentes maliciosos. Así que es recomendado tener un software que activamente monitoree las posibles amenazas que pueden afectar al dispositivo. De esta forma, se tendrá una barrera adicional en caso que un virus o malware logre colarse.

Hacer un respaldo de tu smartphone

Uno de los esquemas más populares entre los grupos de hackers es el ransomware. En este tipo de ataques, los agentes maliciosos no deben robar nada en su asalto de ciberseguridad. Solo tienen que bloquear la información de los usuarios para que no puedan acceder a ella hasta que paguen un rescate. Para no ceder a estas demandas, la solución más sencilla es borrar el dispositivo y restaurarlo con un respaldo que se haya guardado periódicamente.

Revisar los permisos de apps por ciberseguridad

No es poco común que los grupos de hackers usen apps presuntamente legítimas para que los usuarios les den acceso a sus smartphones. En este sentido, es siempre necesario que los usuarios analicen exactamente qué permisos se le otorgan a las apps recién instaladas. Más aún si no son de un desarrollador confiable. Si se exige acceso a más herramientas de las que se necesitan para llevar a cabo sus funciones, lo mejor es simplemente borrar el software.