Según los expertos en psiquiatría, la ansiedad es la enfermedad de este siglo; parece que las personas buscan la forma de satisfacer las exigencias sociales de ser apreciado por los amigos, bien parecido, tener grandes experiencias, entro otros clichés que vuelven vulnerables a los adolescentes en particular. Para los menores de 18 años llamados generación Z (una generación después de los millennials) los medios digitales han existido desde siempre en sus vidas.
El 45 por ciento de este grupo de usuarios entre los 12 y los 18 años tiene la computadora en su habitación, teniendo acceso a medios digitales bajo consenso de sus padres, quienes en muchos casos, no cuentan con la información necesaria para controlar los contenidos que consumen e interacciones que entablan. Acorde a esta tendencia no es raro que Instagram haya creado una guía para padres por el riesgo latente a diferentes situaciones relacionadas que pueden impactar los siguientes aspectos.
Privacidad
Según estadísticas de las redes el 30 por ciento de los adolescentes publica datos personales, como: dirección, teléfono, nombre de la escuela y fotos familiares; asimismo, 43 por ciento no considera peligroso ir a una cita con una persona que conoció en Internet. Quizá la principal preocupación de los padres es el fácil acceso de desconocidos peligrosos, ya que no todas las redes sociales cuentan con suficientes controles para evitarlo. Mientras por ejemplo Instagram cuenta con controles de privacidad para sus perfiles; Twitter, es un espacio abierto en donde la información fluye sin tamiz. Uno de cada tres adolescentes, de entre 12 y 18 años de edad, que navegan en internet, asegura haber publicado fotos suyas en “poses provocativas”.
Autoestima
La generación Z, a diferencia de los millennials, son niños pragmáticos que han superado estigmas de género, raza social y preferencia sexual. Sin embargo estos chicos siguen vulnerables a fenómenos como el bullying y el body shaming. Durante esta etapa es común que busquen la aprobación de su entorno, quizá por eso, existe el peligro latente de entrar en situaciones que afecten su autoestima en el uso de las redes, en especial para las chicas. El 95 por ciento de las adolescentes dicen haber sufrido críticas a su cuerpo, contra 65 por ciento de los chicos. Es importante que los padres hablen de estos temas con sus hijos adolescentes para tener un plan sobre cómo afrontarlos.
Límites de tiempo
Por último, navegar en redes implica una inversión de tiempo considerable. Según el último estudio de uso de medios digitales de la IAB, los internautas en México pasan alrededor de 4 horas diarias relacionándose en lo virtual. Quizá el antídoto para evitar la sobre exposición es encontrar actividades recreativas para los chicos de este grupo de edad, el ocio puede representar una ventana hacia situaciones que comprometan su integridad y seguridad en las redes sociales.
Conforme la generación Z avance en su crecimiento, los padres que no han sido nativos digitales, seguirán hablando sobre su seguridad cibernética, un tema que debemos estudiar y entender para apoyar a nuestros hijos en este segmento de edad. Hasta el próximo martes.