La tecnologĆa, como casi todo, siempre ha sido un arma de doble filo. Sus avances nos llenan de comodidades y nos abren el panorama respecto al mundo, pero asimismo, nos cierran puertas en las narices sin que podamos dimensionarlo concienzudamente. Me refiero por ejemplo a las nuevas modalidades de prostitución, entendida como un simple intercambio comercial. Pues resulta que en Barcelona se acaba de abrir el primer prostĆbulo de muƱecas inflables, que es un negocio tĆpico en Japón.
Estas sex dolls son una evolución de las antiguas muƱecas plĆ”sticas rellenas de aire. Ahora son maniquĆes hiperrealistas, en tĆ©rminos de sus formas y curvas. La hora con una de estas chicas de mentiras cuesta entre 80 y 120 euros, y hay descuentos por apertura. Cada cliente escoje el tipo de muƱeca y hasta la vestimenta que le ponen para recibirlo. AsĆ pues, se trata de una nueva apuesta comercial y de mercadotecnia que vaya uno a saber quĆ© tanta competencia va a suponer para las trabajadoras sexuales (asĆ les dicen en Colombia).
Porque el cuento es que paralelamente a la apertura de este nuevo prostĆbulo, tambiĆ©n en Barcelona la Aprosex (Asociación de Profesionales del Sexo) recientemente dio inicio al primer curso para aprender a ser trabajadora sexual. AsĆ tal cual, es una capacitación intensiva con algunos módulos como ĀæPor quĆ© quiero dedicarme a la prostitución? ĀæMe siento preparada para ejercer esta profesión? PequeƱos y no tan pequeƱos trucos del sexo y Marketing para trabajadoras sexuales, entre otros. De alguna forma es un paso hacia la profesionalización de este oficio, en tĆ©rminos psicológicos, de salud, seguridad social y normalización. SĆŗper interesante.
El asunto aquà es si las mujeres de plÔstico van a ser o no una competencia real para las de carne y hueso, que ademÔs se preparan para su labor. Las expertas de Aprosex dicen que serÔn dos cosas complementarias, cero competencia. Yo me pregunto, ¿qué ventajas competitivas tendrÔn las muñecas sobre las chicas?, porque al contrario, es mÔs que obvio.
Lo que resuena acÔ es cómo estamos creando cada vez competencia mÔs refinada y perfecta para nosotros mismos a todo nivel, me refiero a una profunda metÔfora de la vida. ¿No nos estaremos poniendo zancadilla?