La idea de vestir exoesqueletos automatizados ha sido un sueño situado en las obras de ciencia ficción, en donde destacan piezas como la armadura de IronMan, o las vistas en películas como Alien, The Matrix o hasta los fantásticos Jaegers de Pacific Rim.
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Y a pesar de diversos avances que se han dado en la tecnología tendientes a la producción de exoesqueletos para el uso militar o para la asistencia de personas con alguna clase de carencia motriz, ha surgido una empresa que se proclama en ser la fabricante del primer robot de carreras pilotado del mundo.
Su nombre es Prosthesis y consiste en un instrumento de 5 metros de altura gigante que depender por completo de la habilidad del piloto para balancearse o caminar o correr.
La utilidad del artefacto puede parecer frívola de inicio, pero representa uno de los avances más cercanos a lo que se ha visto en las películas de ciencia ficción antes mencionadas, en donde, más allá de su posible uso militar, representa un oportunidad para profundizar sobre su uso en actividades de producción, construcción, minería, exploración y demás proyectos que deriven del intelecto humano.
Su creador, el canadiense Jonathan Tippet, describe a Prosthesis como el cruce entre un gorila, un T- rex y una excavadora, cuyo peso es cercano a los 3,500 kg, es un cuadrúpedo mecánico y su piloto será capaz de deslizar sus brazos y piernas conectado a una interfaz full- exo esqueleto cuerpo. Con las manos tomará los controles y toda la instalación dejará al piloto libre de moverse con los brazos y las piernas , lo que permite el control de la máquina e incluso convertirse en uno con ella, en cierto sentido.