La crisis climática global está a la vanguardia en la mente de los consumidores, lo que ha provocado que las marcas prioricen e implementen prácticas ecológicas.
En el terreno de relaciones públicas (RRPP), esto significa adaptar las estrategias para incorporar iniciativas ambientales para ejecutar las llamadas RRPP Verdes correctamente, evitando así el lavado
verde -conocido internacionalmente como Greenwashing- y mantenerse comprometido con la verdadera sostenibilidad.
La mejor manera de traducir el concepto de “greenwashing” en términos de RRPP podría ser “lavado de imagen ecológico”. Este término se refiere a la práctica de una empresa o entidad de presentar una imagen falsamente positiva en cuanto a sus prácticas ambientales, con el fin de proyectar una actitud más respetuosa con el medio ambiente de lo que realmente es.
Por el contrario, las RRPP Verdes son una forma de RRPP centradas en el impacto ambiental de una marca. Se ocupan de destacar las iniciativas de sostenibilidad, cualquier cambio ambientalista en la
fabricación (como en el embalaje, la logística o la fabricación), y los esfuerzos de filantropía centrados en el clima.
Como con todas las RRPP, el objetivo principal de las llamadas Green PR, es aumentar la visibilidad de la marca y mejorar la reputación: la única diferencia es el enfoque en la sostenibilidad del cliente.
Las tácticas de RRPP verdes se deben sumar a las estrategias de RRPP habituales para maximizar su impacto. Centrarse en prácticas ecológicas abre un mundo de oportunidades con los medios, desde contenidos centrados en la sostenibilidad hasta las grandes iniciativas de organizaciones que trabajan para mejorar la crisis climática. E incluso, esta narrativa puede aprovecharse para consolidar el estado de una organización como una empresa verde y posicionarla como una fuerza líder de sostenibilidad dentro de su nicho.
Por otro lado, el lavado verde es cuando una marca usa estrategias de marketing astutas para mostrarse sostenibles … cuando realmente son todo lo contrario.
Por lo general, una empresa que hace lavado verde: Utiliza un lenguaje vago (v.g.: decir que algo es “natural” o “hecho con ingredientes limpios”)
Evita la transparencia en torno a su cadena de suministro
Se centra en un pequeño cambio sostenible para distraer de otras prácticas dañinas
El lavado verde a veces se origina en el equipo de marketing y no en el área de RRPP, por lo que se debe estar atento a estas tácticas e intervenirlas de raíz.
A medida que la crisis climática prevalece, el público se está educando cada vez más sobre la verdadera
sostenibilidad y el lavado verde. Saben qué buscar y dejarán de apoyar marcas que disimulan su proceder. Los consumidores están mejor informados, investigan y detectan esas tácticas indeseables y actúan en consecuencia.
En cambio, se adhiere a estrategias de RRPP verdes auténticas y basadas en el valor. Esto contribuye a evitar ser etiquetado como una marca que practica el greenwashing y si, a construir una base de clientes leal y ecológica. Agregar “amigable al medio ambiente” a la lista de atributos de una empresa es valioso
para crear una imagen de marca positiva. Los clientes sabrán apreciar esta actualización y reconocerán lo bueno que su cliente está haciendo para el planeta.
Los consumidores ya no están de acuerdo con comprar productos basados en las primeras impresiones.
Prefieren a las marcas que se alineen con sus valores y harán la investigación necesaria para garantizar que sus compras sean congruentes con sus principios. Los profesionales de RRPP pueden atraer su atención (y facilitar la investigación) al enfocarse en una estrategia verde y llevar las iniciativas de sostenibilidad de una marca a los espacios mediáticos relevantes.
Las marcas pueden evitar el lavado verde tomando pasos genuinos y significativos hacia la sostenibilidad y comunicando transparentemente sus esfuerzos; mostrando autenticidad y compromiso genuino con las prácticas sostenibles. Las marcas deben integrar la sostenibilidad en sus valores y estrategias comerciales centrales en lugar de adoptarla como una mera táctica de marketing.
Al adoptar estas prácticas, las marcas pueden fomentar esfuerzos de sostenibilidad genuinos y construir una reputación de autenticidad ante los ojos de los consumidores.