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El fraude redunda en la pérdida de confianza de los consumidores hacia la marca y sus productos, pero involucra cuestiones que van más allá, por ejemplo, a lo legal.
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En México, existe la Procuraduría Federal del Consumidor para garantizar que las marcas cumplan con sus promesas.
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Algunos de los riesgos a los que se enfrentan las marcas cuando no son capaces de cumplir sus promesas son los siguientes.
Uno de los peores errores en los que las marcas pueden caer consiste en no poder cumplir con lo que se ofrece, ya sea desde la condiciones normales del producto o servicio en cuestión, hasta promociones que, con el afán de aumentar los alcances de las marcas, se hacen, pero no se pueden concretar.
Esto redunda en la pérdida de confianza de los consumidores hacia la marca y sus productos, pero involucra cuestiones que van más allá, por ejemplo, a lo legal.
En México, existe la instancia gubernamental encargada de garantizar que las marcas cumplan con sus promesas, la Procuraduría Federal del Consumidor, que nació en 1976 y ha podido ampliar con los años sus alcances y también sus facultades como garante de los intereses de los consumidores.
Algunos de los riesgos a los que se enfrentan las marcas cuando no son capaces de cumplir sus promesas son los siguientes.
- Implicaciones legales. Que pueden derivar en señalamientos y sentencias de fraude por parte de las marcas. Estas se hace acreedoras a sanciones que pueden provocar, incluso, la desaparición de las marcas, el cierre de locales comerciales y pérdida de licencias para operación.
- Daños casi siempre irreversibles al prestigio de las marcas. Estos daños merman directamente en el prestigio y buen nombre las marcas, las cuales dejan de formar parte de selectos grupos de liderazgo dentro de sus sectores, entre otras perjuicios.
3. Pérdida de confianza. Cuando se pierde el prestigio de las marcas, los clientes sencillamente se esfuman, las ventas caen y el buen nombre es muy difícil de recuperar. No permitas que tu marca llegue hasta este nivel de desprestigio.
4. Desbandada de seguidores, consumidores y embajadores de marca. Esto puede representar un área de oportunidad para la competencia, pero sin duda se trata de una muy mala noticia para la marca que haya caído en la desgracia del desprestigio.
5. Transformación del mercado, y casi nunca en beneficio de la marca que no ejecutó adecuadamente la promoción o supo cumplir con las promesas de consumo del producto o servicio