Santiago, Chile.- En gran parte del país, las temperaturas fluctúan entre los 27 y 35 grados Celsius, la gente se encuentra aún de vacaciones y nadie quiere pensar en la llegada de marzo. Sin embargo, para la publicidad, el verano prácticamente acabó (aunque en rigor falta más de un mes para ello)  y surgen con fuerza las campañas para la “vuelta a clases”.

Grandes tiendas como Falabella o Hites , además de realizar liquidaciones tempranas de temporada, comenzaron con sus campañas escolares, golpeando con anticipación por medio de celebridades nacionales. La primera mega tienda tiene como protagonista a Cecilia Bolocco en un comercial que focaliza la atención en todas las actividades entretenidas para niños y adolescentes, asociadas a la vuelta a clases, mientras que la segunda apela a tres figuras que generan bastante afecto en el inconsciente colectivo: Rafael Araneda (el “yerno de Chile”), y los pre-adolescentes, protagonistas de la laureada serie nacional “Los 80”,.  Los chicos están en la etapa de sus primeros amores y van al encuentro con las chicas en su entrada al colegio, en un spot que busca, en algunos efectos especiales, un poco de magia para diferenciarse de otros similares. El público objetivo, si bien tiene un espacio de intersección, no es exactamente el mismo, pero comparte similares necesidades: adquirir lo necesario antes de tiempo,  para evitar aglomeraciones y más estrés del que trae el mes de marzo a la población, con sus pagos de patentes de auto, matrículas de escuelas y universidades, contribuciones habitacionales y tantos otros, que se han postergado durante las vacaciones estivales.

Dentro de la misma corriente de promociones,  los supermercados ya instalan góndolas y pasillos dedicados a útiles y uniformes escolares, invitando a las familias a que aprovechen las primeras ofertas de la temporada. Además, en esta época se generan nuevos puntos de venta de rápido montaje, consistentes en carpas habilitadas a los costados de los establecimientos oficiales. Un ejemplo de esto son las carpas estacionales del Líder. Estos son espacios de una veintena de metros cuadrados que se alzan de un día para otro y tras el final de la temporada, desaparecen de la misma forma.