La idea de generar electricidad con el aire caliente que pasa a travĂ©s de una chimenea, adquiere un interesante potencial sobre todo si se aprovecha la fuerza de la energĂa solar adentro de zonas en donde el calor es intenso, como son los desiertos y que en la actualidad se vislumbra como un proyecto muy viable para la producciĂłn de energĂa renovable, incluso mejor en varios aspectos que con el uso de paneles solares.
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En un interesante texto publicado para National Geographic en Londres, el autor Thomas K. Grose, explica que todos los lugares inhĂłspitos de la tierra —tan áridos, llenos de aire caliente y seco—, como el desierto de Atacama en SudamĂ©rica, gran parte de la frontera entre MĂ©xico y EUA, Gobi en China, le regiĂłn central de Australia, el Sahara, una gran porciĂłn de la penĂnsula arábiga y el medio oriente, podrĂan convertirse en los grandes bancos de energĂa del futuro.
La forma en la que actĂşa el mecanismo es el siguiente: primero se construye una enorme cubierta de entre 2 a 20 metros de alto por encima de la tierra, cuya funciĂłn es recolectar todo el aire caliente que se forma por debajo de ella y que es incluso más caliente que el del exterior por el efecto invernadero que hace la misma cubierta. Esta estructura, conduce el aire hacia la enorme chimenea, que hace funcionar enormes turbinas conectadas en la base de la torre para generar energĂa cinĂ©tica, con la que se alimenta un generador. AsĂ de simple… pero el reto hasta este punto ha sido generar el financiamiento de esta clase de proyecto.
Proyecto de Manzanares, España, 1980’s.
SegĂşn el escrito, esta tecnologĂa de aire ascendente no es una idea nueva ya que el concepto fue propuesto por primera vez hace 101 años por Isidoro Cabanyes, un coronel del ejĂ©rcito español y las ventajas que guarda respecto al uso de paneles solares es que no necesita de la plena la luz del sol para funcionar, sĂłlo aire caliente, por lo que el sistema puede seguir trabajando despuĂ©s de la puesta del sol . Esto se debe a la energĂa que es absorbida por la tierra cuando el sol está brillando mantiene el aire en el colector lo suficientemente caliente en la noche para mantener el giro turbinas.
Por otra parte , las células fotovoltaicas pueden perder parte de su eficacia si están cubiertas por una fina capa de polvo, lo que representa un problema en las zonas desérticas.
Hasta ahora, el único experimento realizado con esta idea fue erigido durante 1982, con fondos del gobierno alemán en Manzanares, España, con el que SBP construyó y operó una planta pequeña, la cual funcionó tan bien que extendió su vida útil de tres años (tiempo que se le pronóstico de vida) a seis años y dejó de funcionar hasta 1989 más debido al desgaste del acero.
FotografĂa de Schlaich Bergermann para National Geographic