Nuevas medidas de seguridad que acaba de establecer el Gobierno estadounidense, prohíben que los pasajeros de numerosos vuelos con destino a Estados Unidos procedentes varios países, no puedan ingresar a la cabina de la aeronave, dispositivos electrónicos de gran tamaño, entre los que se incluyen los ordenadores portátiles o las tabletas, que deberán ahora viajar en las maletas.
Esta prohibición, que se espera será oficial en las próximas horas, según el diario Financial Times, no incluye teléfonos móviles o algunos dispositivos médicos, pero afecta a las líneas aéreas que proceden de destinos ubicados en Oriente Medio y África, aunque no se aplicará en los vuelos que vayan a dichos destinos.
En detalle, se trata de los vuelos procedentes de diez aeropuertos ubicados en ocho países diferentes que son: Jordania, Egipto, Arabia Saudí, Turquía, Kuwait, Marruecos, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.
Aerolíneas como Royal Jordanian ya anunciaban la medida a través de su cuenta de Twitter el pasado lunes, así como era confirmada la medida por la línea aérea Saudia, mientras que en el caso de Emirates y Etihad, la información sobre la prohibición oficial no les había llegado aun, según declaraban a Reuters.
Aunque no es inusual que se endurezcan ciertas medidas de seguridad en Estados Unidos, relacionadas con el transporte aéreo, como se anunció por ejemplo en 2014, con la posibilidad de pedir que los viajeros encendiesen sus dispositivos electrónicos para comprobar la carga de la batería, se considera que la severidad de esta nueva restricción es inusual, aplicada a determinados colectivos, como es este caso.
Sin embargo, ante la marcada política migratoria y planes de seguridad del nuevo presidente Donald Trump, puede que a pocos les resulte tan drástica como se pudiera pensar, al menos para el estándar del nuevo mandatario.