Buenos Aires, Argentina.- La falta de atención, mala imagen y signo de distracción son algunos de los argumento de las autoridades de una provincia argentina para impedir que los policías usen el teléfono cuando estén trabajando. ¿Cómo es en tu país?

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La prohibición del uso de teléfonos celulares en las fuerzas policiales está en debate en la Argentina desde hace muchos años, cuando comenzó a generalizarse su utilización. Sin embargo, hasta ahora, pocas administraciones (federal o provinciales) habían decidido tomar una decisión al respecto.

Esta semana, la Provincia de Catamarca, al oeste argentino, dictaminó que los policías de sus departamentos ya no podrán enviar mensajes de texto o chatear mientras hacen guardia. Se suman así a los distritos de Córdoba y Salta.

De acuerdo con la nueva reglamentación, el uso de teléfonos móviles “provoca falta de atención y es visto como signo de desinterés y falta de compromiso con la tareas de vigilancia”. La norma abarca a policías y a guardias del servicio penitenciario.

Buscan que el personal policial “esté atento, predispuesto, proactivo y presto a anticiparse a la comisión de una contravención, delito o motín”, y considera que el teléfono conspira contra ello.

La mala imagen es una de las claves. “La atención dispensaba por los agentes a sus celulares genera sentimientos de rechazo, enojo y hasta fastidio por parte del ciudadano y de los internos (encarcelados) que reclaman protección y cuidado”, sostiene el texto de la reglamentación.

El problema viene desde hace un tiempo, pero se acrecentó en los últimos años, con la aparición de los servicios de mensajería instantánnea y la posibilidad de chatear a través de Facebook, por ejemplo. Según trascendió, algunos policías estaban usando el teléfono más de tres horas en su tiempo de trabajo.