En estas fechas en las que la reputación de una marca es tan fácil de poner en duda en redes sociales, es más complicado para las empresas contener demandas que salen a la luz, como es el caso de un profesor americano que demanda a Walmart por presunta discriminación.
El profesor de la Montana State University, Gilbert Kalonde, acudió al gigante del retail para comprar equipo de pesca y tramitar su permiso, y como es común, los empleados solicitaron sus datos personales.
Él les proporcionó la información pertinente, indicando su profesión, así como una identificación que corroboraba los datos; sin embargo, se llevó una sorpresa al recibir el documento.
Los empleados de la compañía, que reportó ingresos de 482 mil 130 millones de dólares en Estados Unidos el año pasado, según Fortune, colocaron “limpia baños” como oficio en su licencia.
Read about the racial discrimination Prof Kalonde received when he went into a Walmart to renew his fishing license: https://t.co/Y6NBSpKwRj pic.twitter.com/IZDGlIkVKO
— ACLU of Montana (@ACLUMT) 16 de abril de 2017
Cuando se dio cuenta de lo sucedido regresó a la sucursal de Walmart para que se corrigieran los datos y exigió una disculpa por escrito, la información se cambió, pero la disculpa nunca llegó.
Para Kalonde se trata de un caso de discriminación, especialmente porque en su país de origen, Zambia, las personas que limpian los baños son la clase social más baja, personas rechazadas y evitadas por la sociedad.
Se sintió realmente consternado, por lo que presentó una querella contra la compañía, por su responsabilidad sobre entrenar y supervisar el correcto desempeño de su personal.
El demandante busca compensación por daños no especificados, pero se trata de un caso que impacta directamente en la imagen del retailer, en un momento en el que el sector no es el más fructífero. Basta con recordar el cierre de diversas tiendas de cadenas del nivel de Sears.