Para nadie es un secreto que una de las prácticas publicitarias más molestas para el consumidor son las llamadas telefónicas y mensajes de texto no esperados que, en años recientes, invaden sus teléfonos. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) lo sabe.
El telemarketing así como las acciones de cold calling aún en tiempos de redes sociales e irrupción digital han demostrado ser eficientes para generar ventas y mantener contacto continuo con el consumidor.
Una mala ejecución
Sin embargo, el problema está en la ejecución de estas estrategias que para muchas empresas se ha convertido en una práctica en masa sin ningún tipo de personalización que, por definición, resta valor a este tipo de acciones.
Basta con reconocer la cantidad de llamadas no deseada e insatisfactorias que reciben los consumidores año con año en Latinoamérica.
A decir de un estudio publicado a finales del año pasado por Truecaller, Brasil se ubica como el país con el mayor número de llamadas no deseadas entre sus pobladores. En promedio, los brasileños reciben 45,6 llamadas no deseadas al mes.
En México, país que en el listado se ubica en la tercera posición para Latinoamérica, la cifra hasta el año pasado alcanzó las 25.7 llamadas mensuales promedio por persona.
Lo que llama la atención es que, a pesar de que en México existen leyes y mecanismos para frenar estas prácticas, entre 2018 y 2019, el promedio de llamadas recibidas por persona se llevó 23 por ciento.
Un espacio íntimo
El problema no sólo radica en la cantidad de llamadas o mensajes recibidos. Lo cierto es que, la mayoría de las veces sin consentimiento, las marcas invaden al consumidor en un espacio que, aunque podría pensarse que es público, es mucho más íntimo de lo que se cree.
El 60 por ciento de nuestra interacción con el mundo se hace todos los días a través de nuestro dispositivo móvil. Estas terminales han dado un nuevo significado a la frase “espacio vital” y el consumidor hoy más que nunca quiere controlar qué, quién, cuándo y cómo se conecta con el mundo mediante estos espacios.
Lo anterior crece en relevancia si consideramos que entre llamadas, mensajes de texto y correos electrónicos, podemos recibir comunicación de terceros desde más de 10 plataformas diferentes en promedio.
Una solución
Desde 2007, la Profeco habilitó el Registro Público para Evitar Publicidad (REPEP), un servicio gratuito desde el cual el consumidor puede liberarse de las llamadas de empresas que ofrecen sus servicios vía telefónica.
Para ser parte de este sistema, solo hay que llamar al Teléfono del Consumidor (5555688722) para la CDMX o el área metropolitana o bien al 018004688722 desde el resto de la república para registrar el número que se quiere dejar libre de este tipo de publicidad.
También es posible ingresar a la página de la Profeco y desde ahí sumar el número en cuestión al REPEP.
Después de hacer el registró, en un lapso de 30 días la promesa es que estas llamadas desaparecerán. No obstante, es importante mencionar que, de acuerdo a la misma Profeco “el estar dentro de este sistema no te librará de llamadas de cobranza, de organizaciones políticas, de beneficencia o de encuestadores telefónicos ya que la Profeco no regula estas prácticas”.
Asimismo, la REPEP cuenta con denuncias por si continúas recibiendo estas llamadas pasados los 30 días de haberte registrado.
Para lamentar una denuncia de esta naturaleza, indica la Profeco, hay que llamar al teléfono del consumidor y tener a la mano:
- El nombre del provéelo denunciado
- Número telefonico o correo elettronico del consumidor
- Número telefónico desde donde llama el proveedor (opcional)
- Relación de hechos: fecha y hora de la llamada, producto o servicio promocionado así como una descripción de la llamada telefónica.