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Por esto la Profeco habría presuntamente intervenido a un tamalero por su anuncio.
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Según SERNAC, al menos el 66 por ciento de los consumidores piensa que las marcas hacen publicidad engañosa.
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La publicidad engañosa puede traer temas legales si estas intervienen.
Un joven expuso en redes sociales como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) hizo que un señor tamalero cambiaría su anuncio tras exhibir un anuncio, lo que ocasionó el cambio de este y varias señalizaciones al respecto.
Lamentablemente, el 66 por ciento de los consumidores piensa que la publicidad engañosa es parte de las estrategias de las marcas, según SERNAC.
¿Profeco vs tamalero?
En el video que circula en la plataforma de TikTok, se mostró el momento en el que un joven muestra el anuncio de un vendedor de tamales, por lo que el hombre referenció a que autoridades presuntamente intervinieron al tamalero para que este pudiera cambiar su anuncio de manera diferente.
“Si su tamal no tiene carne, se le regresa su dinero”, se puede oír en el perifoneo del vendedor.
A esto, se encontró como interesante que el joven aseguró que alguien le habría mandado a la Profeco, puesto que dentro del anuncio también se puede escuchar que el vendedor hace hincapié que “no aplica en tamales para anuncio”, a lo que el sujeto recalcó la posible intervención de las autoridades.
Si bien, no se puede comprobar si la dependencia actuó o no en contra del comerciante, efectivamente la publicidad engañosa está penada, ya que el responsable puede obtener una multa que van desde los 350 pesos hasta los 35 mil.
Ante ello, la buena acción del hombre al especificar su promoción en las calles, ayuda a que los consumidores tengan en cuenta esta manera de promoción, por lo que puede prevenir reclamos o cualquier otro tipo de acción negativa en su contra.
@pedro_rojase La banda es gacha, ni el ruco de los tamales se salva 😔 #humor #mexico #fyp #paratiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii #tamales ♬ sonido original – Peka
Publicidad engañosa.
La publicidad engañosa representa uno de los mayores riesgos en la relación entre marcas y consumidores, por lo que de acuerdo a YanHass, el 58 por ciento de los compradores ha dejado de comprar en una marca tras considerarla con publicidad engañosa.
Este tipo de práctica, que incluye información falsa, incompleta o confusa sobre un producto o servicio, no solo afecta la confianza de los clientes, sino que también puede tener repercusiones legales y dañar la reputación de las empresas involucradas.
Este fenómeno se presenta en diversas formas, como exagerar los beneficios de un producto, omitir riesgos asociados, usar imágenes irreales o prometer resultados que no son alcanzables.
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Por ejemplo, productos de belleza que garantizan transformaciones radicales en pocos días o alimentos etiquetados como “naturales” sin cumplir con estándares reales.
Estas tácticas atraen a los consumidores inicialmente, pero generan descontento y desconfianza cuando las promesas no se cumplen, por lo que el 19 por ciento de las marcas tiene consiente que la publicidad que realizan no es 100 por ciento verídica, según YanHass.
La publicidad engañosa no solo perjudica a los consumidores al inducirlos a tomar decisiones basadas en información incorrecta, sino que también afecta al mercado en general, ya que promueve una competencia desleal. A largo plazo, las marcas que recurren a estas prácticas pierden credibilidad, lo que puede traducirse en una disminución de ventas y lealtad.
Dove
Un ejemplo positivo es Dove, que ha construido su identidad en torno a campañas honestas que promueven la aceptación y la autenticidad, distanciándose de los estándares irreales de belleza.
La publicidad debe ser un medio para informar y conectar con los consumidores, no para engañarlos. Las marcas que entienden este principio construyen relaciones más sólidas y duraderas, basadas en la confianza y la autenticidad.
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