-
Estos son colorantes comestibles que la Profeco indicó tener precaución.
-
Según el INEGI, el consumo de alimentos dañinos ha incrementado en un 38 por ciento en los últimos años.
-
La desinformación de los consumidores los orilla a consumir que productos que desconocen sus elementos.
Autoridades de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) lanzó una advertencia sobre el consumo excesivo en alimentos con colorantes, por lo que recomendó no pasar desapercibido el consumo de estos, por lo que dio una lista de los más peligrosos a los más accesibles.
De acuerdo a datos del INEGI, al menos el consumo de productos procesados incrementó en un 38 por ciento en los mexicanos, lo que puede desencadenar afecciones en el organismo.
Con el objetivo de facilitar decisiones informadas entre las personas consumidoras, la dependencia aconseja verificar las etiquetas de los productos antes de comprarlos, asegurándose de que los colorantes utilizados sean de origen natural.
De acuerdo a la Profeco, los colorantes industrializados, frecuentemente empleados en la industria alimentaria para intensificar o modificar los colores de los alimentos, contienen una mayor cantidad de compuestos químicos.
Mediante la Revista del Consumidor, la Profeco difundió información detallada sobre los tipos de colorantes artificiales, su clasificación por colores, los alimentos en los que se utilizan y sus características específicas, como si son traslúcidos u opacos.
Entre los colorantes más comunes se encuentran: Amarillo anaranjado S (E-110), Amarillo de quinoleína (E-104), Azorrubina o carmoisina (E-122), Azul patente V (E-131), Eritrosina (E-127), Indigotina (E-132), Negro brillante BN (E-151) y Tartrazina (E-102).
En contraste, se recomienda optar por productos que contengan colorantes naturales, como la curcumina (E-100) o la clorofila (E-140, E-141), debido a que suelen ser menos agresivos para la salud.
La Profeco subraya que en México, la regulación del uso de colorantes recae en la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), por lo que se recomienda no ingerir alimento procesados de manera frecuente.
A nivel internacional, el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) establece la Ingesta Diaria Admisible (IDA) a través del Codex Alimentarius, definiendo la cantidad que puede consumirse diariamente sin representar un riesgo para la salud, calculada en miligramos por kilo de peso corporal.
Precaución en consumidores
El consumo de productos que pueden ser perjudiciales para la salud, especialmente cuando carecen de información clara y adecuada, es un problema que afecta tanto a los consumidores como a las marcas responsables.
La falta de etiquetas precisas, advertencias visibles o transparencia sobre los ingredientes puede llevar a decisiones de compra mal informadas, exponiendo a las personas a riesgos significativos, desde problemas menores hasta enfermedades graves.
Los consumidores, en muchas ocasiones, no cuentan con el conocimiento necesario para evaluar los efectos de ciertos ingredientes o prácticas de producción. Esto es especialmente preocupante en alimentos ultraprocesados, productos de belleza con componentes químicos agresivos o dispositivos tecnológicos que no cumplen con estándares de seguridad.
Nuevo producto de Burger King provoca intervención de abogados
La falta de claridad en el etiquetado, el uso de términos confusos o la omisión de información relevante son prácticas que no solo comprometen la salud de los consumidores, sino también la confianza en las marcas.
Las regulaciones gubernamentales juegan un papel crucial al exigir etiquetados claros y educativos, como los sellos de advertencia en alimentos con exceso de azúcares, grasas o sodio que han implementado varios países. Además, las marcas tienen la responsabilidad ética de ser transparentes y educar a sus clientes sobre el impacto de sus productos.
Natura
Un ejemplo positivo es el de marcas como Natura, que destacan por su compromiso con la salud y la sostenibilidad, proporcionando información detallada sobre los ingredientes de sus productos cosméticos. Este enfoque fomenta un consumo consciente y promueve relaciones de confianza a largo plazo entre las marcas y sus clientes.
La transparencia y la educación son esenciales para garantizar que los consumidores puedan tomar decisiones informadas y proteger su bienestar.
Lee también:
Nuevo producto de Burger King provoca intervención de abogados