Toda esta publicidad está orientada a un fin: la compra. Es por ello que el mercadólogo debe permanecer atento, a conocer todo sobre la compra y las claves la conforman, para así enfocarse en una estrategia acorde con las necesidades de los consumidores.
Para ello hay que diferenciar los elementos del proceso de compra, el primero, el intercambio.
Se trata del acto de adquisición de productos por el cambio de dinero o de otro artículo o servicio. Este sólo se realiza bajo cuatro condiciones: que haya dos partes, que cada parte tenga algo que podría ser de valor a la otra, que cada parte es capaz de comunicar y entregar y que cada parte está en libertad de aceptar y rechazar la oferta.
También existe la transacción, un acuerdo entre dos o más partes sobre algún bien o servicio y puede ser comercial, cívica, religiosa, de empleo, de caridad, etcétera.
Finalmente, la relación, el objeto de las empresas, ya que se trata de la capacidad de tener un vínculo, a través del tiempo, entre los compradores y vendedores.
Estos elementos resultan básicos en el proceso, es importante que la teoría quede clara para que el estratega pueda implementarla en la práctica.