Las misiones al espacio de Blue Origin encontraron un problema, las fugas de colaboradores que desde hace algunos días han salido por la puerta de la empresa de Jeff Bezos semanas después del primer vuelo fuera de la Tierra de la compañía.
Entre líderes clave e ingenieros senior, Blue Origin tiene un recorte de personal, pero no bajo sus decisiones, pues según información de la CNBC, estos se cambian de trabajo y la peor parte, algunos se van a la mayor competencia: SpaceX.
Adiós Blue Origin, hola…
La CNBC corroboró una lista de ahora excolabadores que dejaron atrás su empleo en la empresa de Bezos como el vicepresidente senior de New Shepard, Steve Bennett; el director senior de New Glenn, Bob Ess; el ingeniero líder de pruebas e integración BE-4, Jack Nelson; y así una lista con al menos 11 nombres más.
¿La razón? No es clara, pues para empezar la mayoría no anunció su salida, pero hay quienes culpan a una problema con la administración ejecutiva, afectando su crecimiento en el último año.
“Blue Origin creció en 850 personas en 2020 y nosotros hemos crecido en otras 650 en lo que va de 2021. De hecho, hemos crecido casi un factor de cuatro en los últimos tres años. Continuamos desempeñando importantes roles de liderazgo en fabricación, calidad, diseño de motores y diseño de vehículos. Es un equipo que estamos construyendo y tenemos un gran talento”, le aseguró un vocero a la CNBC, como un intento de decir no es cierto.
Esta lucha, ha hecho que la compañía hermana de Amazon busque incentivar a los trabajadores de quedarse, pues la CNBC aseguró que la empresa apostó por un bono de 10 mil dólares entregado a todos sus empleados de tiempo completo sin condiciones, en “agradecimiento” por lograr que Bezos llegara al espacio.
Esto no ha sido suficiente para cambiar la imagen de la compañía, pues una investigación de Glassdoor aseveró que la satisfacción de los empleados dentro de Blue Origin con el líder es muy bajo en comparación con otras empresas.
Según Glassdoor, solo el 15% de los empleados de Blue Origin aprueban al CEO Bob Smith, frente al 91% de Elon Musk en SpaceX o el 77% de Tory Bruno en United Launch Alliance.
Una batalla, ¿sin fin?
Algo curioso es que las renuncias no solo se registraron luego del vuelo de Bezos, sino también de que la NASA le otorgará un contrato único de desarrollo para el programa de la agencia espacial ‘Human Landing System’ a SpaceX por 2.9 mil millones de dólares.
Desde entonces Blue Origin ha estado impaciente por que las cosas cambien, sin embargo, a pesar de que la Oficina de Responsabilidad del Gobierno desestimó el mes pasado la protesta de la empresa de Bezos sobre el caso.
Ante tal situación, Blue Origin decidió atacar directamente al cohete Starship de SpaceX, y el pasado lunes demandó a la NASA en un tribunal federal.
Parece que la empresa no se rendirá hasta conseguir un lugar en la NASA, el problema es que en la lucha por conseguirlo puede que todo su equipo comience a buscar otras alternativas.
LEER MÁS