En la era digital actual, la forma en que nos comunicamos ha sufrido una transformación drástica. La preferencia por los mensajes de texto sobre las llamadas telefónicas o la elección de resolver trámites en línea en lugar de acudir personalmente son reflejo de una sociedad que valora la rapidez y la conveniencia. Sin embargo, esta evolución trae consigo desafíos significativos en cuanto a la invasión de la privacidad y la falta de sentido común, especialmente en el ámbito del marketing y la atención al cliente.
- La preferencia por la comunicación digital
La tendencia a comunicarse a través de mensajes instantáneos o redes sociales ha crecido exponencialmente. Las marcas que no se adaptan a este cambio y siguen insistiendo en comunicarse únicamente por teléfono pueden perder oportunidades valiosas. Los consumidores de hoy buscan respuestas rápidas y directas, y esperan que las empresas estén disponibles en los canales que ellos prefieren.
- La invasión a la privacidad
A medida que la comunicación se vuelve más digital, la línea entre lo profesional y lo personal se difumina. Hay casos en que los individuos insisten en comunicarse sin una cita previa, interrumpiendo otras actividades importantes. Esto no sólo es una falta de respeto al tiempo de otros, sino que también puede ser visto como una invasión a su privacidad.
- Falta de sentido común y sensibilidad
Un ejemplo claro de la falta de consideración en la era digital es las empresas de envíos que realizan entregas a horas inapropiadas, como a las 10 de la noche, perturbando la tranquilidad del hogar. Este tipo de prácticas demuestra una desconexión entre las empresas y las necesidades y límites de sus clientes.
- El desafío de la sobreexposición
Con la proliferación de las redes sociales, muchas personas comparten aspectos íntimos de sus vidas, lo que puede facilitar la invasión a la privacidad. Las marcas que aprovechan esta sobreexposición para fines de marketing sin un enfoque ético pueden contribuir al problema, erosionando la confianza del consumidor.
- Automatización sin personalización
El uso de respuestas automatizadas en el servicio al cliente puede percibirse como una falta de sensibilidad hacia las necesidades individuales del cliente. Aunque la automatización puede mejorar la eficiencia, es crucial que las empresas encuentren un equilibrio para asegurar que los clientes se sientan escuchados y valorados.
La nueva era de la comunicación presenta desafíos tanto para individuos como para las marcas. Es esencial encontrar un balance entre la conveniencia de la tecnología y el respeto por la privacidad y el sentido común. Las empresas deben adaptarse a los nuevos canales de comunicación sin perder de vista la cortesía y consideración hacia sus clientes. En última instancia, el éxito en esta era digital dependerá de la capacidad de combinar eficiencia con empatía.
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Arturo Ortiz, CEO Birth Group
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