Internacional.– “Liberen a nuestros iraníes felices” se lee en el comienzo del video en el que siete chicos de esa nacionalidad aparecen bailando el éxito de Pharrell Williams, “Happy”. Si bien la grabación fue subida a YouTube hace un par de meses, la noticia recién se conoce por estos días. Tras la viralización del vídeo, los jóvenes fueron obligados “a confesar su crimen”, encarcelados y sentenciados a recibir 91 latigazos. Sí, vivimos en el mismo mundo y en el mismo siglo.
De acuerdo a la información que se repite en varios sitios del mundo hoy, Farshid Rofugaran, abogado de los jóvenes, declaró al Iran Wire que tras la condena a pasar 6 meses en prisión y recibir 91 latigazos, ha logrado dejar la sentencia sin efecto. Sin embargo, una vez que tengan el comunicado oficial, los chicos estarán bajo la mira del gobierno durante los próximos tres años.
La acción deja en evidencia la falta de libertad que existe en ese país y la necesidad de vivir bajo una escala de valores que se tergiversa constantemente, privilegiando la mentira y el temor por sobre el ser humano. De hecho, los jóvenes, al ser encarcelados, tuvieron que confesar su “delito” en televisión y decir que habían sido engañados para grabar el video.
Es parte de la diversidad y las diferencias culturales que por lo general valoramos, pero es claro que resulta difícil entender este tipo de situaciones, desde el otro lado del mundo.
El mensaje, sigue siendo claro y tanto medios como redes sociales se hacen cargo de seguir difundiéndolo: la libertad es un valor preciado.