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Inicialmente, el CEO de Sanofi dijo que se daría prioridad a EEUU por haber estado dispuesto a asumir el riesgo
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Asimismo, apuntó que había estado en contacto con las autoridades europeas para impulsar la inversión en su marca
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Junto con esta farmacéutica, muchas otras empresas e instituciones buscan vacunas para la COVID-19
En torno a la pandemia de COVID-19, uno de los temas más preocupantes es la producción y distribución de una vacuna. Si bien ninguna farmacéutica ha lanzado todavía una sustancia que pueda proteger total o parcialmente a los pacientes ante la enfermedad, ya existen varias dudas sobre el futuro. En especial, cómo van a repartir estas compañías sus productos en el mundo. Y todo parece indicar que ni las mismas firmas de la industria lo tienen muy en claro.
Lo anterior, debido a una serie de declaraciones encontradas alrededor de la vacuna en la que la marca Sanofi está trabajando para frenar la pandemia de COVID-19. Según Bloomberg, el CEO de la marca francesa en su momento afirmó que el gobierno de Estados Unidos (EEUU) iba a tener acceso prioritario a la sustancia cuando la tenga. Esto, según Paul Hudson, porque el país fue el primero en aportar fondos para sus esfuerzos de investigación para el desarrollo.
Sin embargo, en datos de AP, la farmacéutica rápidamente retractó estas declaraciones. En un comunicado oficial, Sanofi dijo que sigue comprometida a que su vacuna contra la COVID-19, cuando esté terminada, esté disponible a todo el mundo. El cambio presuntamente responde a la reacción del gobierno francés ante la declaración de Hudson. El sub-ministro de economía del país, Agnes Pannier-Runacher, desaprobó priorizar este acceso ante razones financieras.
La respuesta ante la COVID-19
Realmente son pocos los países y compañías que pueden decir que han tenido una respuesta perfecta a la COVID-19. La mayor parte de las autoridades de gobierno, incluido México, han sufrido un aumento significativo en el número de casos de infectados. Todos los medios de comunicación y canales de información están lidiando una difícil batalla contra las fake news. A eso se le debe sumar los retos de interacción con la audiencia y la recuperación financiera.
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De cualquier forma se debe reconocer que este nuevo escándalo es particularmente para Sanofi. Toda la industria farmacéutica se encuentra en una carrera desesperada por llegar a la vacuna contra la COVID-19. Dadas las condiciones de la pandemia, obtener una fórmula útil antes que la competencia resultará en ganancias financieras muy cuantiosas. Aún si se decide vender a un margen de ganancia mínimo, ciertamente ayudará a incrementar el valor de marca.
Justo por eso este escándalo es tan dañino para Sanofi. Si bien no es ideal que se priorice un país sobre otro, considerando que la COVID-19 es un fenómeno global, al final es una decisión de negocio. Su mayor equivocación de hecho es no tener un frente homogéneo dentro de su marca. No hay nada peor que una empresa que no puede ser directa y consistente con el resto de la industria en términos de comunicación. Y esta incertidumbre dolerá mucho a su negocio.
Otros escándalos en medio de la pandemia
Sanofi no es la única que se ha ganado algunas malas reacciones por alguna decisión no muy popular en torno a la pandemia de COVID-19. Hace unos días que varias personas acusaron a su empleadora Intel por no establecer medidas de protección sanitaria suficientes. Algo similar le ha ocurrido a Amazon, algo que incluso provocó la renuncia de un directivo de alto nivel. Se deben mencionar también algunos casos como son Alsea y Ricardo Salinas Pliego en México.
También a un nivel gobierno, algunos países están ganándose una muy mala reputación por la respuesta que han tenido ante la pandemia de COVID-19. Por ejemplo, el New York Times cree que en toda América Latina la situación está saliéndose de control. Según el Business Insider, los Estados Unidos (EEUU) son todavía una muestra de cómo no lidiar con una crisis de salud. Y Time también ha criticado duramente a Reino Unido por no actuar con la actitud adecuada.