“Nos interesan los demás cuando se interesan en nosotros”
Hace muchos años leí varios libros de Dale Carnegie, esto convencido de que sus principios eran válidos, sin embargo la lectura la realizaba a la sombra, es decir cuidando que nadie viera lo que estaba yo leyendo, como si se tratara de “El libro vaquero” u otro pasquín de los años 70’s. Estos principios los apliqué y los aplico desde hace 40 años y verdaderamente son redituables.
Son principios que parecen elementales y que se convierten en poderosos cuando se asimilan como filosofía de vida, esto en lo relativo a la conexión y trato con personas.
Debes darte cuenta que lo más importante es la persona, convirtiéndola en el centro de nuestras acciones. Alberto Cortés cantaría “Somos los demás de los demás”.
5 Principios básicos
- Se fortalecerán relaciones presenciales y virtuales en un segundo si auténticamente te interesas por tus contactos, más que simplemente espera a que se interesen en ti.
0 - El interés se traduce en sencillas acciones que requieren tiempo, energía y un alto sentido de relacionamiento y mística de servicio.
0 - Las acciones son sencillas y requieren un proceso de planeación, organización, monitoreo, retroalimentación y respuestas efectivas orientadas a la persona; la tecnología digital permite la masificación de la acción y la personificación de la respuesta.
0 - Masificación de la comunicación personalizada, como un tiro de escopeta y respuesta similar a una intervención quirúrgica con instrumental médico de alta precisión. Esto significa personalizar la comunicación, concretar y consolidar la relación.
0 - La personalización significa conocer a fondo a tu interlocutor, a tu contacto a la persona como única e irrepetible. Con los sistemas CRM, BigData y todo el avance tecnológico digital nos podemos permitir el acercamiento hasta el límite de la imaginación y habilidad tecnológica.
Hoy podemos llegar más allá de la conexión digital, la tecnología actual permite encontrar, conectar a personas que considerabas pérdidas y al encontrarlas poder recuperarlas, y a las personas desconocidas convertirlas en tus contactos, amigos y hasta clientes. La conexión digital efectiva exige como regla número 1 ver a la persona con rostro como el centro de nuestras acciones.
Las personas somos muy sencillas de abordar, contactar, conservar y establecer una relación de largo plazo; la fórmula consiste en ver a la persona como única. No hay nada más importante que el nombre de uno.
