Hoy más que nunca el tradicional dicho de “renovarse o morir” toma trascendencia en un mundo globalizado, de alta competencia y con acceso prácticamente ilimitado a un sinfín de servicios y consumos.
Ante ello, es de suma importancia que los profesionales de la mercadotecnia contemos con un esquema de gestión de tendencias, que nos permita identificar hacia dónde va nuestro negocio y los factores tanto internos como externos que lo impactarán positiva y negativamente.
Una tendencia se define como el cambio en el patrón de comportamiento que se desvía de lo habitual hasta convertirse en un hábito, que parte de lo particular a lo global, y que queramos o no, puede ser un factor definitivo en el desarrollo de nuestra marca y el propio negocio.
El 2018 se vislumbra en un punto álgido de varias tendencias y sub tendencias, dándonos oportunidades de crecimiento si es que sabemos aprovecharlas. Entre las principales tendencias que estaremos observando este año están:
Compradores de experiencias. El uso, aprovechamiento, disposición y utilidad de los bienes ha cobrado relevancia sobre la posesión de los mismos, resignificando los patrones de consumo de las marcas y donde la capacidad de memorabilidad del uso de un bien o servicio es un factor clave para su posicionamiento dentro del merado. Ante ello, la diferenciación en las experiencias, así como la capacidad de hacer instagrameable el relacionamiento con los productos o servicios será uno de los principales retos de la mercadotecnia en el 2018.
Consumidores con propósito. Los profesionales de la mercadotecnia debemos trabajar día a día para alcanzar las expectativas del negocio, pero además debemos generar el ambiente propicio para que nuestra marca tenga un impacto positivo en el entorno. Es por ello que la capacidad de orientar los modelos de negocio hacia acciones de responsabilidad social e implementar estrategias para comunicarlas serán elementos básicos para lograr la aceptación del mercado en años futuros.
Consumo colaborativo. El 2018 representa una gran oportunidad para que las marcas se integren a las nuevas formas de consumo que se ofertan, principalmente, a través de plataformas cada vez más especializadas y que integran las capacidades de comunicación necesarias para estar alineados con las nuevas formas de accesibilidad.
Web 4.0. El desarrollo de plataformas y servicios tecnológicos son de gran utilidad para potenciar una marca, ya que la gamificación y realidad aumentada nos pueden brindar una propuesta de valor diferenciada para integrar la marca con sus clientes y ser un elemento trascendental desde la consideración de compra hasta el consumo de nuestros productos o servicios.
Vidas conectadas. El ambiente en el que viven las personas se está convirtiendo en un mundo asistido por la tecnología, en donde lo real y lo digital se fusionan para propiciar respuestas inteligentes del entorno. Esto genera que el ritmo y dinámica de comunicación a través de plataformas como chats, mensajería y formatos audiovisuales sea expedita, lo cual puede ser un riesgo o una oportunidad para una marca, según su capacidad de respuesta.
Como podemos observar, las tendencias que se consolidarán durante el 2018 están ampliamente relacionadas con la tecnología y clientes empoderados. En la medida que veamos este desarrollo como un aliado, las marcas podremos navegar y crecer con la corriente, en lugar de ser arrastradas por ella.