Parece que Apple ya sabe que no va a necesitar demasiados iPhone 8 en lo que resta del año. Se puede saber porque recortó los pedidos de producción a los fabricantes en el sudeste asiático. En consecuencia: las acciones de la empresa fundada por Steve Jobs tuvieron una baja este jueves.
“Las acciones de Apple bajaron un 2,23 por ciento –a 156,19 dólares– en las primeras operaciones del jueves, esto por los informes que dicen que la compañía redujo los pedidos vinculados a su nuevo iPhone 8”, publicó Business Insider.
El recorte ha sido del orden del 50 por ciento, un porcentaje enorme, lo que hace temer por el futuro del dispositivo, que quedó “opacado” en el lanzamiento de septiembre entre el innovador iPhone X (próximamente a la venta) y el anterior y muy similar iPhone 7, ahora más barato.
Además de Apple, cayeron las acciones en Taipei de Pegatron Corp (–2,7%), un ensamblador que trabaja para la empresa que lidera Tim Cook, y Catcher Technology (–3,6%), dio a conocer Bloomberg.
Tanto Business Insider como Bloomberg citan al Economic Daily News, un medio que tiene precisamente la sede en Taipei, capital de Taiwán.
Aunque las acciones de Apple bajaron este jueves, en lo que va de 2017 han aumentado un 38 por ciento, alimentada en gran medida por las expectativas del iPhone X.
La reducción de los pedidos a los fabricantes y ensambladores significa que la producción total del modelo iPhone 8 podría alcanzar, en el mejor de los casos, el número de entre 5 y 6 millones para los meses de noviembre y diciembre, asegura el Economic Daily News.
A Europa también llegaron las malas nuevas y las acciones de los proveedores de Apple en ese continente también cayeron. Es el caso de AMS AG, que participa con sus componentes de detección 3D en el nuevo iPhone. Esa empresa bajó su valor hasta un 5 por ciento, lo que extendió sus pérdidas en lo que va de esta semana al 10 por ciento. Dialog Semiconductor Plc, en tanto, cayó un 2,5 por ciento, dice Bloomberg.
El iPhone 8 no logró el impacto que otros modelos de Apple. Presentado al mismo tiempo que el iPhone X, con su impactante pantalla infinita y nuevas prestaciones, el “8” nació arcaico y no fue visto nunca como el nuevo teléfono insignia de la compañía.
Así las cosas, la demanda del iPhone 8 parece que será significativamente más pequeña de lo esperado.