“El rey es el contenido y la reina la conversación”, esta frase define la importancia de la presencia de una marca en Internet, más allá de las redes sociales.
Según datos de Social Media Examiner, se proyecta que en los próximos cinco años, el 24 por ciento de las firmas incursionarán en el social media, como parte de sus esfuerzos de marketing; asimismo, desde PQ Media se indicó que durante 2017 los ingresos generados por marketing de contenidos fue de 32.1 mil millones de dólares.
Las marcas, las empresas y hasta las personas tienen que fijar sus esfuerzos de branding en nuevas facetas que, aunque a veces se tornan complicadas de activar, contengan estrategias pensadas para un mundo completamente digital, hipervinculado e hiperconectado; que abarquen todos los ámbitos con componentes alineados a las estrategias de negocio: generación de contenidos pertinentes e interesantes para sus audiencias, gestión de la participación en plataformas digitales, la voz de nuestros empleados en la red, activación de nuestros voceros oficiales, relación con influencers, brand lovers y embajadores, entre otros.
“Dentro de toda estrategia de comunicación y de marketing se vuelve cada vez más relevante la reputación digital. Este concepto no es nuevo pero aún existen empresas que no lo han abordado desde un pensamiento estratégico de negocio. Hay una crisis de confianza exacerbada por el mundo digital, la gente compra no solo por el precio sino por la admiración, el respeto y la confianza, y ahí es donde está la clave para conseguir empatar el propósito de nuestra marca con lo que el consumidor desea”, comentó María Luisa Villegas, Directora de Comunicación Digital de la agencia de comunicación JeffreyGroup.
Los contenidos como herramienta de engagement
El concepto de reputación debe ser abordado de diferentes formas en torno a las características de una marca y las dimensiones reputacionales en donde se mueve de cara a sus comunidades de interés. El 90 por ciento de los usuarios confía en las recomendaciones que sus contactos publican en Internet, de ahí la importancia de que las marcas generen acciones alineadas a sus valores y a la generación de una interacción positiva a través de las plataformas digitales.
“La percepción de una marca en digital es clave para la aceptación, el reconocimiento y la conversión de cara a quienes no nos conocen, los que nos conocen pero no nos consumen y los que nos consumen y nos quieren. Esta percepción puede modificarse con el tiempo a través de lo que contamos como marca, nuestras historias, nuestro contenido de valor”, dijo María Luisa Villegas de JeffreyGroup.
Algunos puntos clave para poder trabajar en una estrategia de comunicación digital enfocada a nuestros objetivos de negocio y reputación son:
- La anticipación: generar un seguimiento oportuno de los temas donde queremos posicionarnos y los intereses de nuestras audiencias para adelantarnos a sus necesidades sin invadirlos. Como lo dice Seth Godin, “tener su permiso por adelantado”.
- La personalización: generando contenido integrado a nuestros objetivos pero que genere cercanía e interacción con nuestra comunidad.
- La relevancia: que lo que queremos contar, nuestras historias, tengan un punto de conexión con nuestras audiencias.
Dicho esto, en el mundo actual ya no vale aquella premisa de querer diseñar estrategias digitales. Ya no. Las estrategias son estrategias, y dan sentido al cómo alcanzar el objetivo, y el mundo es el mundo y (éste) es totalmente digital, hipervinculado e hiperconectado.