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La ceremonia 61 de los Premios Grammy destacó, entre otras cosas, por mejorar la perspectiva de género, raza y la incursión del K-Pop en el evento.
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En 2009 y 2018 se an registrado los niveles más bajos de audiencia en la ceremonia de Premios Grammy, con poco más de 19 millones de espectadores cada evento.
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El día de ayer, se realizó la edición número 61 de los Premios Grammy, reconocimiento otorgado por la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos. Al ser uno de los eventos más grandes y relevantes de la industria musical, resulta natural que genere cierta expectativa alrededor del mismo, ya que siempre resaltan personajes y personalidades que en muchas ocasiones aprovechan la circunstancia para hacer acciones relevantes.
Cada una de ellas, en mayor o menor medida, funcionan como embajadores de otras firmas o, en cualquier caso, como marcas personales. Por lo mismo, es esencial que puedan seguir creciendo y exponiendo su trayectoria en este tipo de ceremonias. Sin embargo, lo más importante es el nivel de espectadores que consigue y la perspectiva que tiene la audiencia del evento (que al mismo tiempo es el propósito de la industria musical).
Tomando esto en cuenta, se debe aceptar que hay ciertos favoritos para ganar el mayor premio de la noche.
Nuevos cambios en los Grammy
En esta edición, hubo algunos grandes cambios en los Grammy: los premios en los que compiten las cuatro categorías principales: álbum, disco, canción del año y mejor artista nuevo, se ampliaron de cinco a ocho nominaciones, y se invitó a 900 personas a unirse a la academia de votantes para ser “un espacio más inclusivo”. Esto, a raíz de los premios de 2018 cuando solo 17 de los 86 ganadores fueron mujeres.
En este evento se enfocaron los derechos de las personas y la perspectiva de género, temas que han obtenido una gran popularidad y que crean discusión a su alrededor para convertirlo en temas que, según la industria en la que nos encontramos, promueve mejores y mayores métricas.
En esta edición, la participación femenina se llevó a casa varios de los principales premios Grammy. Kacey Musgraves ganó el premio más grande de la noche (álbum del año), por Golden Hour, mientras que Cardi B. se convirtió en la primera mujer solista en ganar el mejor álbum de rap, y Dua Lipa fue nombrada “mejor artista nueva”.
Otros artistas, como Childish Gambino, también hizo historia con “This Is America”, la primera canción de rap que ganó como “Canción del año”, así como como el “Disco del año”.
Modificaciones para ser relevante
Los premios Grammy se supone son la fiesta más grande de la música. Pero en los últimos años, el espectáculo también se ha convertido en importante objeto de críticas donde la música es lo último que en ser relevante.
El programa anual número 61 fue presentado por Alicia Keys, con le objetivo de fomentar la inclusión y orientar una mejor capacidad de atraer a la audiencia. Pero en muchos sentidos, los Grammys todavía caminan sobre la cuerda floja. Y a medida que el programa trata de mantenerse culturalmente relevante, al tiempo que equilibra las demandas de representación de raza y género, puede ser imposible complacer a todos.
Así, esta situación se ha reflejado directamente en el nivel de espectadores que ha tenido la ceremonia, con los números que ha presentado en la última década. Por ejemplo, en 2012, la audiencia de la ceremonia 54 de los Grammy, superó sus expectativas de audiencia con 39 millones de espectadores, al tener a Adele como artista más importante (que en ese momento se fue a casa con 5 premios).
Hasta el año pasado, se obtuvo una audiencia que sobrepasó los 19,81 millones de espectadores, apenas un poco más a lo obtenido en 2009, (19,05), mostrándose como las cifras más bajas en el nivel de espectadores por televisión en los últimos 10 años. Sin duda, se tiene que pensar en el contexto del momento para tener éxito, con artistas con los que se puedan identificar uno los espectadores.