• Estudia bien el puesto al que aspiras y a la empresa, conoce sus valores, ideales y logros.

• La empresa quiere conocer lo que puedes ofrecer, así que omite detalles innecesarios de tu vida.

• Muchos aseguran que es incorrecto hablar de dinero en la primera entrevista.

Las entrevistas de trabajo son el primer filtro. En las preguntas se esconden respuestas que tal vez no son del todo evidentes para los entrevistados. Cuando una empresa te contrata busca conocerte lo suficiente o al menos verificar los puntos con los que calificará tus capacidades. Estas no solamente tratan de todo aquello que eres capaz de hacer para el trabajo, también abarcan tu manera de pensar, tus motivaciones y tus aspiraciones. Así mismo, ten por seguro que tomarán en cuenta aspectos de tu carácter que, aunque no lo quieras, vas a terminar mostrando. Este proceso es un arte que te puede tomar por sorpresa, pero para que estés bien preparado, aquí analizamos algunas de las preguntas más comunes en entrevistas laborales.

Para estar bien preparado para este proceso, es importante que consideres varias cosas. En primera instancia, la siguiente lista te puede ayudar a practicar, repasa las posibles respuestas y también plantéate nuevas preguntas y qué responderías. Practica tanto como puedas e imagina alguna situación difícil para que cuando llegue sepas qué hacer. Estudia bien el puesto al que aspiras y a la empresa, conoce sus valores, ideales y logros y convéncete por qué eres el candidato ideal. Alinea tus conocimientos y cualidades con sus requisitos para dejar una buena impresión cuando te conozcan. Finalmente, relájate, toma aire, lo tienes todo bajo control.

“Háblame de ti”

La primera pregunta de casi todos puede parecer una frase cualquiera para romper el hielo, pero esconde otras intenciones. La primera impresión es importante así que no la tomes a la ligera. Lo que quieren conocer, en realidad, es lo que puedes ofrecer al puesto de trabajo, así que omite detalles innecesarios de tu vida y habla exclusivamente de tu desempeño, habilidades y todo lo que puedes ofrecer al puesto.

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“¿Por qué buscas trabajo?”

Aquí el truco está en no hablar mal de tu anterior trabajo. Trata de enfocarte en tus nuevas aspiraciones, tu deseo de superación y tus ganas de aplicar tus conocimientos. Es un grave error si esta pregunta se convierte en una serie de quejas que no habías podido desahogar, decir cosas negativas de otra empresa habla muy mal de ti. Haz énfasis en tu gran deseo por avanzar profesionalmente.

“¿Cuál es tu fortaleza/defecto?”

Esta es una gran oportunidad para demostrar por qué eres el candidato ideal. Pero elige bien tus cualidades, si te informas muy bien sobre el puesto que buscan, podrás elegir las habilidades que más se acomoden para impresionar a tu entrevistador. Por otro lado, ten cuidado si te preguntan algún defecto, no mientas, ni peques de soberbia, mejor elige un defecto que no tenga relación directa con el trabajo y menciona cómo lo has superado.

“Describe el trabajo de tus sueños”

Esta podría ser una trampa y, si te toman desprevenido, podrías caer directo en ella. La idea es que si este no es “el trabajo de tus sueños”, no lo digas, ni pongas en evidencia que se trata de un paso más en tu carrera o algo momentáneo. Lo más adecuado es contestar algo más general, como hablar de un trabajo que te imponga retos, que te ayude a desarrollar ciertas habilidades, etcétera.

“¿Pretensiones salariales?”

Esta es una de las preguntas más complicadas. Muchos aseguran que es incorrecto hablar de cualquier tema referente a dinero en la primera entrevista. A menos que la empresa haga la primera propuesta, deberías evadir el tema. Pero si te preguntan sobre lo que desearías ganar, puedes responder que buscas un “salario competitivo” o que te gustaría saber más sobre el puesto y sus retos.