Hace menos de dos año, Prada fue acusada de racismo por vender unos llaveros de monos, cuyos rostros para muchos tenían una gran similitud con personas de raza afroamericana; un caso que se acaba de resolver en la ciudad de Nueva York.
Tras la polémica y posterior escalada a los organismos competentes sobre este episodio sobre el que ya en su momento se disculpó la firma italiana, llega ahora el acuerdo alcanzado con la New York City Commission on Human Rights, tras la investigación.
El acuerdo
Prada acaba de comprometerse ante la comisión de derechos humanos de la ciudad de Nueva York a ser ‘supervisada’ por ésta para verificar que no cometen violaciones de esta índole.
De esta forma, la casa de moda compartirá informaciones relativas a la empresa, además de tomar medidas para luchar contra el racismo, lo que incluye cursos para los responsables de Milán y empleados de Nueva York, sobre la igualdad de trato a las minorías.
Así mismo, serán auditados de forma externa durante los próximos dos años para conocer sus avances en esta materia y se creará una beca escolar que estará destinada a “personas históricamente subrepresentadas en la moda”, tal como han explicado en el comunicado emitido.
No son los únicos
El caso de Prada con los llaveros de 500 euros, objeto de la polémica no es el primero ni el último en el mundo de la moda, pues hace poco Gucci debió retirar un sweater cuello alto que tenía unas grandes labios rojos. Y bajo acusaciones similares, mientras que Dior y Dolce & Gabbana han sido señaladas de no respetar a distintas culturas.
De hecho Prada es la primera en llegar a este acuerdo, pero ya se prevé que otras marcas de moda estarán pronto bajo el rada de esta comisión para ser supervisadas sobre el respeto a todos los grupos étnicos así como el correcto trato a las minorías, según la óptica de este organismo.