• Las habilidades blandas adquirieron nueva relevancia.

• La productividad se debe medir por encima del tiempo de trabajo.

• Muchas empresas consideran quedarse en métodos de trabajo más flexibles.

El trabajo ha sido uno de los aspectos que más se modificaron desde que inició la pandemia de COVID-19. No podemos tener contacto físico con nadie, así que lo mejor es trabajar desde casa. Muchas empresas ya se acostumbraron al “home office” y ante el panorama actual lo mantendrán así por un tiempo. Pero esta modalidad es algo más que simplemente ir a tu casa y hacer todo desde ahí. Esto implica un nuevo ritmo, una nueva organización y hasta una nueva forma de convivir con nuestra familia. Todas estas situaciones nos han llevado a crear nuevas prácticas laborales que incluso podrían llegar a quedarse con nosotros cuando la pandemia termine. Si algo podemos agradecerle a esta enfermedad es que nos haya sacado de nuestra zona de confort para retarnos a ver las cosas desde otra perspectiva.

Una encuesta de la firma KPMG, reveló que hasta un 85% de los ejecutivos de recursos humanos considera que se necesita una legislación del trabajo en casa. Y es que la gran mayoría de las empresas, un 90%, están evaluando crear esquemas más flexibles ya sea que combinen “home office” y trabajo presencial o que mantengan solamente el modelo a distancia. Sin embargo, opinaron que hace falta una reglamentación que ayude a la adecuación de los contratos, las obligaciones de las empresas para las condiciones del trabajo, cómo manejar las horas extra y hasta cambiar la definición de “jornada laboral”. México carece de una legislación específica en este sentido, sin embargo, los cambios ya comienzan a vivirse desde adentro y quizá algunas de las siguientes prácticas se queden con nosotros para siempre.

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Productividad sobre tiempo

Los horarios laborales son cosa del pasado. A distancia no se puede medir el tiempo trabajado con la exactitud de un reloj, pero sí los resultados de las labores. Si lo importante es la productividad y dejamos el viejo modelo de lado, podremos encontrar un mejor balance que podría repercutir en buen desempeño y mayor bienestar.

A distancia

La modalidad “home office”, antes tan rechazada por los jefes de muchas empresas, es hoy una realidad ¿y qué ha pasado? Todos nos adaptamos. El trabajo desde casa se puede hacer, es un hecho, las oficinas son prescindibles. No por nada Twitter dijo que mantendría este formato por mucho tiempo, quizá hasta de manera permanente para algunos.

Habilidades blandas

El estrés laboral es ese compañero incómodo que nos acompaña a casi todos lados. Ahora incluso se metió en nuestra casa. Por ello necesitamos de inteligencia emocional y mejor organización, entre otras llamadas “habilidades blandas”, que no tienen tanto que ver con nuestra experiencia en un determinado conocimiento, sino más bien con nuestra personalidad. Hoy esto se valora más que nunca.

Juntas breves

Las juntas ahora se tienen que hacer por videollamada, lo cual implica muchos inconvenientes, ya que no es lo mismo comunicarse por ahí que en persona. De tal suerte, muchos nuevos métodos para llevarlas a cabo las han vuelto más concisas e incluso han eliminado las juntas innecesarias. Sin duda un hábito que debemos conservar.