A más de 25 años de dedicarme a las relaciones públicas para diversos sectores, aún me encuentro con que existen muchas dudas sobre qué es y cómo funcionan, especialmente en una época en que la línea trazada, casi pegada, a las estrategias digitales es cada vez más delgada; avanza su coexistencia y co-dependencia.
Más allá de fiestas, celebridades, decoración, luces y radiantes lentejuelas, hoy las relaciones públicas, es de las prácticas que tienen grandes oportunidades si partimos de que el PR:
- Es una manera efectiva de comunicarse con diferentes segmentos
- Se trata de generar relaciones basadas en el respeto y profesionalismo, a largo plazo
- Es una industria en constante cambio y evolución
- Funciona para que las marcas sean vistas, evaluadas y validadas
- No es fácil
- No se trata conseguir un one hit wonder
- No se limita a la traducción de comunicados de prensa
A medida que las marcas se ven, de cierta manera, forzadas a volcar hacia el recurso de “creatividad inmediata”, las estrategias de relaciones públicas cobran un papel aún más fundamental.
Los meses de aislamiento han develado que es un trabajo que logra buenos resultados, incluso vía remota; ha sido tiempo para que las estrategias de PR encuentren una posición de liderazgo en términos de creatividad en planeación estratégica y ejecución; no son un accesorio, no solamente son un apoyo adicional.
En gran parte, es la disciplina responsable de que las marcas logren vincular y demostrar su apoyo a la sociedad, a la economía y a diversos sectores. En estos momentos, que siguen siendo críticos para la perduración de muchas empresas, los profesionales de las áreas de relaciones públicas tienen que tener la experiencia y la capacidad de pensar y encontrar soluciones, abrir nuevas puertas, gestar mayor empatía para la generación de alianzas que aporten valor tangible a todas las partes involucradas y logren el complejo efecto “ganar-ganar”.
Sin duda, es un gran desafío percibir el estado de ánimo y conquistar la comodidad y seguridad de las audiencias ante la aún titubeante realidad; es clave ser ágiles, valientes, investigar, cotejar toda la información que se genera y se distribuye, a través de diferentes y cada vez más herramientas y formatos de comunicación.
El arte de las relaciones públicas necesita secuencia, disciplina, riguroso seguimiento, ritmo en donde cada palabra y cada silencio tengan su justificada razón de ser.
Las marcas que tengan la determinación de llevar a cabo programas responsables, consistentes y novedosos de PR, tendrán mucho, pero mucho espacio para brillar.