Con este escenario es claro que la IA tendrá cada vez un mayor impacto y el ámbito de las Relaciones Públicas no será ajeno a eso. Sin embargo, muchos hoy se preguntan si esto implicará un recorte en los puestos de trabajo o una mejora en el ejercicio diario de la profesión.
Según Forbes, los profesionales de relaciones públicas siempre están buscando formas de tomar decisiones más rápidas e informadas para alcazan los objetivos y maximizar los resultados. La IA viene a facilitar estos procesos brindando una visión más profunda y completa de cómo resolver los problemas.
En esta línea, los datos en tiempo real son un activo que permite a los profesionales de las PR brindar un contenido específico y personalizado para cada audiencia, en lugar de aquel que puedan llegar a encontrar invasivo o molesto.
Pero además, la IA se está transformando en una herramienta interesante en el ámbito de las PR porque permite explorar posibilidades como la optimización de los tiempos, la innovación en las estrategias, la automatización de procesos y el análisis de grandes volúmenes de datos.
En términos de automatización la IA va a permitir automatizar tareas como el monitoreo de medios. A su vez, esto se verá favorecido por el hecho de que la AI facilita la obtención de información del ámbito digital en tiempo real. Este beneficio es clave, por ejemplo, en una crisis de redes sociales, un espacio donde es sabido que las conversaciones (especialmente cuando son negativas) se propagan a la velocidad de la luz y, por lo tanto, necesitamos que el tiempo nos juegue a favor.
En este sentido, la IA también nos ofrece la posiblidad de cuantificar de manera precisa las opiniones de los públicos respecto a una marca y comparar ese dato con otras métricas de valor como el compromiso.
La Inteligencia Artificial también puede ayudar a descubrir historias que sean relevantes para los periodistas, permitiendo generar contenidos personalizados en función de sus intereses, tipo de cobertura y tendencias.
Las agencias o profesionales de relaciones públicas no deben ver a la IA como una amenaza porque bien aplicada mejorará su productividad. Es decir, no se trata de contraponer la mente humana a las máquinas o vicersa, sino de optimizar el potencial de cada una para lograr los mejores resultados. En definitiva lo importante, más allá de la herramienta, será el uso que se haga de ella.